Es un aceite gallego que se viste de chocolate para estas fiestas: se convierte en un bombón, sí. Así lo recomienda el portal de referencia sobre gastronomía empresarial y tendencias para foodies, Gastroeconomy, tras elaborar una lista vinculando cada mes del año a una marca de aceite gourmet de nuestro país, reservando diciembre a este aceite gallego de oliva virgen extra.

Y es que a partir de este último mes del año, Olei incorpora a su gama de productos unos exclusivos bombones elaborados por el prestigioso repostero Miguel Gil de pastelería doce, una fórmula innovadora que destaca los matices diferenciales de Olei a través del chocolate.

La venta se establecerá a través de pastelería doce y Olei.Esta iniciativa refuerza la campaña de Navidad de Olei articulada bajo la idea “Elegancia en estado puro”, pensada para el auténtico goce sensorial del consumidor. Y así, este nuevo producto se erige como un regalo destinado a sorprender a través de un packaging innovador y funcional que envuelve con altas dosis de exclusividad y creatividad la tradición centenaria oleícola gallega. Entremos en detalles.

la noticia es que el portal de referencia en gastronomía empresarial y tendencias para foodies de España, Gastroeconomy, ha incluido a Olei en su lista de los doce mejores aceites de oliva virgen extra de nuestro país, reservando el puesto número doce para este aceite gallego. Olei es, por tanto, el aceite de diciembre. El regalo en forma de oro líquido con el que sorprender en Navidad a los gourmets más exigentes y con el que rociar estas fechas, engalanándolas con su sabor, aroma y cuidada presentación. Un obsequio sensorial que activará los sentidos de quienes sean sorprendidos con la esencia Olei.

Pero hay más, sí, porque ahora disponemos también del bombón Olei. Y es que además Olei se presenta esta Navidad como un placer irresistible en forma de bombones rellenos de este exclusivo producto, elaborados por el prestigioso repostero Miguel Gil de pastelería doce, a través de la cual se podrán adquirir. Y también directamente a través de la distribución de Olei. Un maridaje gourmet a dos bandas que pone en valor la tradición olivarera y chocolatera artesanal de Galicia.

Cada caja contiene una cuidada selección de seis bombones de tres sabores diferentes:
chocolate negro, chocolate con leche y chocolate blanco. Olei imprimirá su esencia a cada uno de ellos tanto por dentro como por fuera, aportando un toque de color al incluir el punto amarillo Olei, seña de identidad de la marca, en la parte exterior del chocolate. El packaging incluye además en su interior una reseña explicativa sobre la vinculación histórica entre el chocolate y el aceite.

Y luego está una frase, «Gotas de buen gusto». Con este nuevo eslogan, Olei refuerza la idea principal de su campaña de Navidad, “Elegancia en estado puro”, con la que recibe esta festividad con más ganas de sorprender que nunca. Sorprender regalando tradición envuelta en modernidad. Porque Olei es el fruto de olivos centenarios del interior de las provincias de Lugo y Ourense envuelto en exclusivo diseño. Gotas de buen gusto con matices de aceituna y almendra verde con unas sutiles notas amargopicantes que producen un sabor intenso y fresco que envuelven al catador en una sensación aromática propia de las tierras en las que nace.

Para ello pone a disposición de los consumidores novedosos formatos y packaging destinados a vestir la mesa de los paladares más exigentes con sus elegantes botellas, el estuche exclusivo regalo, además de la selecta colección de Sargadelos, que aúna en el mismo envase la tradición de la cerámica de siempre con la modernidad del aceite más innovador.

Este aceite gallego es fruto de la innovación conceptual y estética. Con él se reinventó la fórmula del I+D, aplicada a la tradición con carácter recuperador, introduciendo un nuevo concepto, la e de exclusividad a su apariencia. Un lujo para los sentidos que logra despertar con cada gota. La vista con su diseño exclusivo pensado para sorprender el olfato a través de su aroma destilado de aceitunas gallegas, el gusto a través de su intenso y fresco sabor, el tacto a través de su textura y el oído al rociar con su esencia cada delicia culinaria a la que acompaña. Una marca sensorial, que unida al incalculable valor de su nombre, se convierte en un producto con personalidad propia; fácil de recordar, difícil de olvidar. Sin duda, todo un placer para los sentidos.