7 METROS, el nuevo proyecto de LAN, muestra una vez más el carácter innovador de la compañía en el ámbito de la crianza. Pionera hace más de dos décadas en el uso de barricas mixtas –roble americano en las duelas y francés en los fondos-, así como de roble ruso y húngaro, LAN aplica su excepcional manejo del roble en este nuevo vino. Es un vino nacido del afán innovador y de búsqueda de la singularidad de los responsables de la bodega. Son solo 8.052 botellas que conforman la primera añada de LAN 7 Metros 2016.
7 Metros, de ahí su nombre, representa la búsqueda de la medida. La medida de los ejemplares escogidos de roble español (especie Quercus pyrenaica). De solo unos pocos, seleccionados por su porte excepcional, de al menos 7 metros de fuste, con un tronco limpio de ramas y nudos, proceden las barricas seleccionadas para la crianza de este vino de edición limitada.
Este tipo de roble es una variedad autóctona española que predomina en el centro de la península ibérica y aporta diferentes matices a los vinos criados en él respecto a las tradicionales barricas utilizadas de madera de roble francés y americano.
Una edición limitada de 8.052 botellas con una imagen cuya importancia se centra en el número 7, buscando transmitir la importancia del roble a través de un laminado de madera superpuesto al grabado de un bosque, el hábitat del que proceden. Cada botella es única y busca transmitir la esencia natural, de las materias vivas. Está acogido a la D.O. Ca. Rioja y se elabora con tempranillo, habiendo sido criado 16 meses en barricas de roble Quercus Pyrenaica, que oifrece matices muydiferentes que las barricas francesas o americanas.
7 Metros se une a la colección de vinos singulares de LAN, de la que forman parte LAN D-12-fruto de una selección del depósito favorito de los bodegueros de LAN, el número 12- y LAN XTRÈME, la manifestación extrema del respeto a la materia prima, nacido de la parcela Mantible ecológico, ubicada en la finca Viña Lanciano.
En cuanto a la cata podemos decir que ofrece a la vista un color rojo intenso con capa media alta. En nariz despliega aromas intensos a fruta roja en licor integrada con el carácter balsámico aportado por el roble español, así como recuerdos a menta, cedro, hierbas frescas sobre un fondo de sotobosque y resina que se hacen aún más palpables a su paso por boca. En el paladar se advierte la presencia de taninos maduros y tacto fino con sutil recuerdo a caramelo de toffee. En suma, se trata de un vino amplio, envolvente y placentero, que acompaña espléndidamente a carnes rojas y a la brasa, ahumados y quesos blandos.