Me encanta impartir docencia los sábados por la mañana en EAE Business School: son los mejores alumnos de la escuela. Ayer lo hice sobre comunicación de crisis y gestión de contactos. La mañana pasa fluida en un plis plas. Razón: vienen alumnos que saben lo que vale un peine. Escuchan. Participan. Aprenden. Quieren ser mejores. Y esto se nota en las aulas. Hay paz, silencio y buen rollo. (No siempre es así en otros cursos; qué importante es la motivación y la madurez en el proceso formativo).