Bella coral la del Orfeón Donostiarra. Los vi cantar ayer al mediodía en el barcelonés Palau de la Música. Unos 70 cantores (mitad hombres, mitad féminas), poblaron el escenario. Ellas, de inmaculado blanco.
(Qué bello es el Palau de la Música. Qué horrenda la corrupción que ha albergado durante tantos años. Cómo la noble música puede llegar a servir de tapadera de tanto innoble trapicheo).