Buscando sentidos positivos…hasta debajo de las piedras.
Intento programar la mente para buscar los pequeños beneficios esparcidos entre las horas del día, a veces entremezclados entre minutos que pasan desapercibidos.
Ya no pregunto «por qué ha pasado esto». Sencillamente me interrogo: «para qué ha sucedido y qué cosa buena me puede deparar».
Ante la negatividad en los tiempos de la pandemia no podemos permitir que la mente caiga por la pendiente, se deslice hacia el abismo. La lucha contra la caída debe ser constante. Heroica.
(Grato septiembre: mi frío ni calor.)