Dos agentes de policía se convirtieron en héroes tras salvar a un bebé de apenas tres meses.
El niño fue llevado a toda prisa por su madre a una comisaría porque repentinamente había dejado de respirar.
Para la alegría de la familia, un oficial le practicó reanimación cardiopulmonar y logró salvarlo.
Los hechos, que ocurrieron en el estado australiano de Queensland, fue filmado en video por la cámara corporal de uno de los agentes.
Para salvar a Lucas, el bebé de menos de tres meses que repentinamente dejó de respirar, los oficiales lo pusieron sobre una mesa y el sargento Paul James le practicó reanimación cardiopulmonar.
Después de unos 30 segundos, Lucas comenzó a mostrar signos de vida: trató de inhalar por sí mismo y su rostro y dedos azulados recuperaron el tono rosáceo. Cuando empezó a sentir el pulso del niño, James detuvo la reanimación.
Después el bebé fue llevado en ambulancia a un hospital, donde le diagnosticaron hipotiroidismo, una deficiencia en la producción de hormonas que provee la tiroides.
«Fue bastante desalentador, bastante emotivo, pero al mismo tiempo bastante satisfactorio«, dijo el sargento James a 7 News.
«Hacemos muchos trabajos, hacemos muchas cosas en las que no tenemos un resultado positivo. Creo que todos, después que todo pasó, dijeron: ‘Qué progreso, de cero a un millón en cuestión de segundos'».
Unos días después del incidente, la madre de Lucas lo llevó a la estación de policía para agradecer a los oficiales. Los agentes, por su parte, le regalaron al niño un perro de juguete en recuerdo de lo sucedido.