El asesino del conocido como ‘crimen de la inmobiliaria’ de agosto de 1998 habría vuelto a matar.
Francisco Javier Almeida ha sido detenido este 28 de octubre de 2021 por la muerte de un niño de nueve años en el municipio de Lardero (La Rioja).
El pequeño fue encontrado muerto esta noche después de que varios testigos hayan afirmado que habían visto cómo un hombre se llevaba al menor mediante engaño.
A los pocos minutos, una patrulla de la Guardia Civil ha solicitado la presencia de una ambulancia al encontrar al menor inconsciente junto a un hombre.
Una vez que ha llegado la ambulancia, los servicios médicos desplazados hasta el lugar han intentado reanimar al niño, pero no lo han conseguido.
Tras trascender la noticia de la muerte del niño y la detención del hombre numerosos vecinos han mostrado su indignación y unos pocos han intentado tomarse la justicia por su mano.
Se han personado hasta 200 vecinos en las inmediaciones de su vivienda con evidentes muestras de tensión y nerviosismo.
Condenado por el ‘crimen de la inmobiliaria’ en 1998
Fue condenado a 30 años de cárcel por el llamado ‘crimen de la inmobiliaria’ de agosto de 1998 en el que asesinó a puñaladas a una agente inmobiliaria que le estaba mostrando un piso.
Almeida había acudido los días anteriores a la sede de la inmobiliaria San Martín, con sede en Logroño, con el pretexto de visitar algún piso en venta. Allí conoció a la víctima.
El 17 de agosto concertó una visita con ella a un inmueble. Esta se realizó a las 17.30 horas y posteriormente se concertó otra dos horas más tarde.
Finalmente ambos se encontraron a las 20.30 horas y entraron en el domicilio en cuestión juntos, momento en el que Almeida aprovechó para empujar a la víctima, que cayó sobre la cama.
Entonces, procedió a dar diversos pinchazos a la mujer, causándole un total de 17 heridas, todas superficiales a excepción de una de ellas que le seccionó las glándulas tiroideas y la tráquea.
Después, el acusado dio la vuelta a la víctima, propinándole dos nuevos cortes y una mordedura en los labios. Pero la cosa no quedó ahí, ya que a continuación le clavó el arma blanca sobre el corazón, algo que le produjo la muerte inmediata, según la sentencia.
Como consecuencia de esos hechos fue condenado a veinte años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y a otros 10 por un delito de agresión sexual. También se le ordenó el pago de las costas procesales y de una indemnización de 40 millones de pesetas a la familia de la víctima en concepto de responsabilidad civil.
Antes de esa sentencia, Almeida ya había sido condenado en julio de 1993 por un delito de agresión sexual a una pena de siete años de prisión mayor.
Como consecuencia de esos hechos fue condenado a veinte años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y a otros 10 por un delito de agresión sexual.
También se le ordenó el pago de las costas procesales y de una indemnización de 40 millones de pesetas a la familia de la víctima en concepto de responsabilidad civil.
Antes de esa sentencia, Almeida ya había sido condenado en julio de 1993 por un delito de agresión sexual a una pena de siete años de prisión mayor.