HASTA QUE A TU SUEÑO ALCANCES
Tras un deportivo lance
y no de potencia falto,
salté tan alto tan alto
que hasta al salto le di alcance.
Recuerdo aún aquel salto
y aquel tan airoso trance
en que al aire le di avance
volando bien alto y alto.
Cuanto más alto subía
al aire le di conquista
y se asombraba la vista
de quien aquello veía.
Pues me quedaba sin pista
mientras al cielo me unía,
¡al viento qué bien lo hendía!
¡Saltando yo era un artista!
Mil vuelos pasé en un vuelo;
tanto alcanza quien espera
que en el aire se perdiera
un viaje tan hacia el cielo.
Es por eso en tal manera
que nunca caí ya al suelo,
que el recuerdo aún del cielo
a la Tierra me siguiera.
Tantas veces yo saltaba
la longitud y aun la altura
que era gente la montura
que bajo mí se quedaba.
Filas dobles con soltura
de público se asombraba
de ver cuánto alto saltaba
en tan amable postura.
Hasta que luego aplaudía
el público congregado.
¡Mañueco había saltado
cuanto saltar se podía!
Creo que aún no he bajado
del salto en que aquí subía,
pues aquí aún todavía
es que sigo retratado.
Aunque luego me abrazaba
a mis amigos valencianos
que los siento como hermanos
tras de tanta altura brava.
Hoy son recuerdos lejanos
cuando en aire me paraba,
pero son como una aldaba
cuando contemplo estos planos.
Tras un deportivo lance
y no de potencia falto,
salté tan alto tan alto
que hasta al salto le di alcance.
Amando el salto divino
tantos como entonces diese,
el cielo me pareciese
ser nuestro mejor destino.
Ojalá que yo pudiese
haceros ver el camino
a todos, que en peregrino
volar así yo os subiese.
Ojalá eso ocurriese,
pero es la fe lo que impulsa
a cada quien y propulsa
hasta el lugar que pudiese.
¡Que esta tonada que pulsa
la fe que todo lo abriese
cada quien que la leyese
sienta que también le impulsa!
Tras un vivo y vital lance
y no de objetivos falto
soñé tan alto tan alto
que al sueño hasta le di alcance.
Juan Pablo Mañueco (29-05-16)
Revisando el baúl de mis fotos antiguas, ante la gesta deportiva de ayer entre el Real Madrid y el Atlético -felicidades a los dos que merecéis ser campeones de la próxima Copa de Europa, por el tan buen campeonato que habéis hecho-, me ha aparecido esta foto mía, que será del año 68 o 69, cuando yo andaba y saltaba por Valencia, y que me ha dado para componer los anteriores versos en «octavas olas o coplas alcarreñas»
