Elegía a Miguel Hernández, en texto y vídeo

ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ cuyos ojos al morir no pudieron cerrarse * (En Vídeo: * https://www.facebook.com/juanpablo.mnueco/videos/3069597076595415 ) * En Texto:   Yo quiero ser cantando el aprendiz de tu pericia en lunas y en rayos que, incesando, truecan las horas brunas en luz y llama que en el verso aúnas.   Tu doble ojo en ausencia
Elegía por la muerte de V.D.H., liras en noviembre

Elegía por la muerte de V.D.H., liras en noviembre

ELEGÍA POR LA MUERTE DE V.D.H., LIRAS EN UN DESALENTADO DÍA DE NOVIEMBRE Hoy, desde esta espesura del mundo y sus trabajos y fatigas de eterna noche oscura, la luz ya la persigas y el viaje desde tu alma lo prosigas. Dejaste las intrigas del orbe y retornaste hasta la altura de las altas cuadrigas, donde vive la pura y bella luz que vida
La Mosquitea (Poema homérico-burlesco en liras alcarreñas -doble lira-)

La Mosquitea (Poema homérico-burlesco en liras alcarreñas -doble lira-)

LA MOSQUITEA Poema homérico-burlesco, escrito en liras alcarreñas (doble lira), protagonizado por mosquitos, pero cuyos héroes y villanos a menudo semejan bípedos Preámbulo e invocación ¡Canta, oh musa, las glorias de la raza mosquita, en Mosquitea, que se nutre de historias de la estirpe aquilea y que todo lector que sepa, que la lea!
Castilla, este canto en tu canto, Mañueco, en cartulina

Castilla, este canto en tu canto, Mañueco, en cartulina

Cartulina con el comienzo de "Castilla, este canto es tu canto", la Historia de Castilla, desde el 15 de septiembre del año 800, primera vez que aparece escrito el nombe de "Castella", en Taranco de Mena (Norte de Burgos), a orillas del río Cadagua, hasta nuestros días.... 12 siglos de historia del pueblo más significado de España (aunque

Palencia, Cristo, Río, Templo, en liras alcarreñas

PALENCIA, CRISTO, RÍO, TEMPLO Gracias, por bienandanza del viaje que tú guías, Pastor Santo, el cual ahora avanza hacia el cerro y canto que al Cristo del Otero presta encanto. Con mis manos levanto oración a Jesús, al cual alcanza treinta metros, y tanto cielo cuanta mudanza de nubes por él revuela en alianza. Afluente palentino Carrión,
Al Fuerte de San Francisco, convento de Guadalajara, en noviembre

Al Fuerte de San Francisco, convento de Guadalajara, en noviembre

AL FUERTE DE SAN FRANCISCO, CONVENTO, EN NOVIEMBRE (Liras). No tanto es bravo el Fuerte de San Francisco como el de Asís santo, pues más a fe convierte -y su tronar en canto- Fuerte alzado claustro, ajeno a espanto. Emboscado en sonoro soto frondoso, sólo esa batalla campal -que busca el oro de otoño cuando estalla- cuanta urda cenobio
Elegía a Miguel Hernández, al cumplirse el 73 aniversario de su muerte

Elegía a Miguel Hernández, al cumplirse el 73 aniversario de su muerte

ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ, cuyos ojos al morir no pudieron cerrarse (Al cumplirse el 73 aniversario de su muerte 28-3-1942) I. LOS PRIMEROS LIBROS Yo quiero ser cantando el aprendiz de tu pericia en lunas y en rayos que, incesando, truecan las horas brunas en luz y llama que en el verso aúnas. Tu doble ojo en ausencia la canción y el romance
ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ, cuyos ojos al morir no pudieron cerrarse

ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ, cuyos ojos al morir no pudieron cerrarse

ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ, cuyos ojos al morir no pudieron cerrarse. Yo quiero ser cantando el aprendiz de tu pericia en lunas y en rayos que, incesando, truecan las horas brunas en luz y llama que en el verso aúnas. Tu doble ojo en ausencia la canción y el romance habrán helado, mas la muerte en presencia quiere ver, por tu vado, fe,
Elegía a Miguel Hernández (Parte II)

Elegía a Miguel Hernández (Parte II)

ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ, cuyos ojos al morir no pudieron cerrarse. Parte II El hombre acecha el vuelo hoy de tus versos, símbolos y rimas, en donde halla consuelo por el amor en cimas. Y en cimas duelo, que, al cantar, sublimas. Quién te ha visto postrado por afección y por derrota, huyendo hasta ser apresado, y quién te ve hoy uniendo
ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ (Parte I)

ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ (Parte I)

  ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ, cuyos ojos al morir no pudieron cerrarse. Yo quiero ser cantando el aprendiz de tu pericia en lunas y en rayos que, incesando, truecan las horas brunas en luz y llama que en el verso aúnas. Tu doble ojo en ausencia la canción y el romance habrán helado, mas la muerte en presencia quiere ver, por tu vado,

Juan Pablo Mañueco

Nacido en Madrid en 1954. Licenciado en Filosofía y Letras, sección de Literatura Hispánica, por la Universidad Complutense de Madrid

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