La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Monjas violadas por obispos

Perdón por un titular que algunos verán sensacionalista. No lo es. Simplemente pretende ser efectista, llegar verdaderamente a muchísimas personas, católicas o no, y que haya una solución real a una situación deplorable. Este drama es el que, hace una semana en Roma, en un congreso patrocinado por L’Osservatore Romano, el diario vaticano, expuso Rita Mboshu Kongo, religiosa congoleña que enseña en la Pontificia Universidad Urbaniana. Ante numerosos representantes del Papa (como su número 2, el secretario de Estado, Pietro Parolin), Rita contó cómo muchas monjas africanas son violadas y prostituidas por sacerdotes, superiores de congregación y obispos. Algo que ocurre en el Continente Negro y también en Europa, cuando son traídas aquí, sin medios, para que se formen.

Esto lo expuso Rita con toda su crudeza en un acto impulsado por el Vaticano. Posteriormente, en entrevista con Darío Menor, compañero de Vida Nueva, la religiosa ofreció detalles aterradores: algunos obispos prefieren forzar a las monjas “para evitar así contagiarse de sida” y, cuando algunas se quedan embarazadas, son expulsadas de sus congregaciones, que pierden el rastro de sus vidas para siempre, quedando totalmente abandonadas… Un panorama devastador, como se ha visto hace poco con el suicidio en Florencia de una monja africana, violada y abandonada. “Tenía un amor enorme por la vida”, insiste Rita, que denuncia: “Vivía en un túnel de total oscuridad, sufrió sola sin asistencia espiritual o psicológica”.

Estoy muy orgulloso de Vida Nueva por contar esto. Nadie dice que sea algo generalizado, pero sí que es un fenómeno real y que exige una respuesta. Estoy seguro de que la habrá y llegará desde lo más alto (no fue casual que Rita dijera esto donde lo dijo). Pero, mientras llega, hoy es el día para llorar y pedir perdón. Por parte de toda la Iglesia. Hoy padecemos todos por la culpa de unos desgraciados sacerdotes y religiosos que, durante décadas de silencio y plomo, abusaron de menores. Ahora, afortunadamente, la herida es pública y se sana desde el dolor. Mañana tocará sanar otra herida que ya conocemos (no hay excusa): la de monjas abandonadas a su suerte, violadas y prostituidas por sus superiores. En África. Aquí.

Rezo para que lea esto algún sacerdote y mañana pida en la misa dominical por la felicidad de estas pobres servidoras de Dios. Se merecen un inicio así antes de sanar, entre todos, su herida. Lo espero y lo exijo. ¡No más silencio!

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

PD. Foto de Darío Menor (Vida Nueva).

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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