Todos hemos utilizado alguna vez la expresión “qué chiste más malo” como muletilla.
Ya sea porque no hemos entendido bien la broma o porque a pesar de que nos ha gustado nos sentimos impulsados a soltar la frase, para parecer muy listos y sobre todo serios.
Pues no seas hinchapelotas y sonríe:
FARMACIA
Llega el tipo a la farmacia en el preciso momento en que el farmacéutico va a cerrarla, ya que tiene prisa para coger un tren.
– ¿Qué deseaba? -pregunta el farmacéutico, echando ya la llave.
– Sólo quería algo para sudar.
– Aja… Tome estas dos maletas y acompáñeme con ellas hasta la estación. ¡Deprisa!