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Es un clásico y por eso te damos hoy unos cuantos chistes verdes.
Un par de consejos antes de que te pongas a contarlos a diestro y siniestro.
Primero y antes de soltar un chascarrillo subido de tono, estudia a tu público, porque puedes ofender a algún despistado.
Segundo, no los cuentes en familia, porque ahí nunca funcionan:
- «Oye, ¿tu mujer qué tal folla?». Y el tipo, tras reflexionar unos segundos, contesta tan pancho: «Pues no sé. Unos dicen que bien, otros dicen que mal…».
- Llega el marido a su casa y encuentra a su mujer en la cama, debajo del lecho descubre a un tipo escondido y enfurecido pregunta. «¿Qué hace ese hombre bajo la cama?». Y ella, sin inmutarse, contesta: «Mira, mi vida, abajo no sé, pero arriba hace maravillas«.
- Le dice una amiga a la otra: «Tu marido te está poniendo los cuernos». Y esta le contesta: «Qué vergüenza, con lo mal que folla el tío».
- “¡Oye, que me han dicho que tu mujer se lo hace con medio pueblo!«. Y el tipo, sin pestañear, replica: «Ni que Betanzos fuera Nueva York…».
- El marido está revisando las facturas y le dice a su mujer: «Si supieses cocinar nos ahorraríamos un dineral en la cocinera». Y ella, muy fresca, comenta: «Pues si tú supieses hacer el amor nos ahorraríamos un dineral en el jardinero».
- Un tipo entra en un bar y un parroquiano, que lleva tiempo empinando el codo alardea en voz alta: «Yo me acosté con mi mujer antes de casarnos. ¿Y tú?». El otro dice: «No lo sé. ¿Cómo dices que se llama?».