GUILLERMINA es, sin duda, la huésped más deliciosa del exclusivo Hotel-Boutique The Pavilions Madrid, en pleno distrito financiero del madrileño barrio de Chamberí. Un variado producto de temporada da forma a una carta sin ningún corsé, fresca, cosmopolita , desenfadada, equilibrada y viajera.
La carta de GUILLERMINA es reflejo de las culturas y los sabores del mundo que la joven promesa de los fogones, Guillermo Salazar, atesora en su curriculum: estudiante becado en Nueva York, una larga estancia en Venezuela y sus orígenes andaluces, se plasman en la propuesta gastronómica del chef, diseñando platos de alta cocina mediterránea con originales toques asiáticos.
Una cocina moderna de cuidada presentación que se aprecia ya en entrantes como la ensaladilla rusa de centollo con mayonesa de marisco y txangurro o las gyozas rellenas de callos a la madrileña. Clásicos españoles con divertidos toques fusión.
El carácter cosmopolita de GUILLERMINA se saborea en la sección Raw Bar de su carta, muy típica de los restaurantes neoyorkinos que tan bien conoce Salazar: tiradito de corvina con lima, piparras y condimentos japoneses o el steak tartare de solomillo con una base de chiles de Corea del Sur (Gochujan), daikon y tupinambo.
Lubina con curry de calabaza sobre base de col y huevas de trucha, pollo a baja temperatura con hummus, quinoa y verduras o el lomo bajo con celery y trufa son algunos de los platos principales que siguen la misma línea fusión del chef. El capítulo dulce de la carta no dejará indiferente a los más golosos con postres como la cremosa panna cotta con Campari y naranja o el chocolate con toffee salado y aceite de oliva.
GUILLERMINA ocupa el patio central del Hotel, con un llamativo techo acristalado y retráctil, lo que le proporciona gran cantidad luz natural que va cambiando a lo largo del día consiguiendo un ambiente relajado y urbano, amén de su decoración vegetal, mesas de mármol, sillones de llamativo terciopelo bermellón y bancos corridos obra del estudio Marincola. Paredes de acabado industrial sirven de marco para obras de arte de primer nivel seleccionadas por el reconocido galerista Álvaro Alcázar, en línea con el resto de espacios en The Pavilions Madrid, una verdadera galería de arte en sí mismo.