(Agencias / PD).- La Policía de Kenia ha intentado dispersar con gases lacrimógenos y tiros en el aire a los centenares de manifestantes que apoyan al candidato perdedor de las elecciones presidenciales Raila Odinga, quien ha convocado una manifestación para hoy.
«Les hemos tenido que dispersar porque no están autorizados a manifestarse», ha declarado un comandante de policía, Herbert Khaemba.
Los agentes se han tenido que emplear a fondo para dispersar a los manifestantes, que se han concentrado a pesar de la prohibición del Gobierno y que han montado barricadas, no lejos del centro de la ciudad de Nairobi, capital de Kenia.
Los manifestantes pedían paz y lanzaban consignas contra el Ejecutivo, al que acusan de haberse convertido en una dictadura.
El candidato presidencial derrotado en las urnas en Kenia, Raila Odinga, ha pedido desafiar la prohibición y que «un millón de personas» salgan a las calles de Nairobi para manifestarse contra el reelegido presidente Mwai Kibaki, a quien acusa de fraude en los comicios del pasado 27 de diciembre.
Odinga se reunirá con sus seguidores en un parque del centro de Nairobi para proclamarse presidente y acusará Kibaki de haberle robado la victoria.
Un amplio dispositivo policial se ha desplegado en el parque Uhuru, donde el partido de Odinga, el Movimiento Democrático Naranja, ha manifestado que un millón de personas acudirán a apoyar a su líder.
Más violencia
Las autoridades temen que la acción de protesta genere más violencia en el país africano, donde en los últimos días más de 300 personas han muerto
Según la Cruz Roja Internacional, el conflicto ha provocado más de 100.000 personas que han perdido sus hogares. Odinga afirma que hubo fraude en las elecciones, en las que perdió la presidencia por 230.000 votos, según el recuento oficial. Además pide la renuncia de Kibaki, quien insiste en su victoria.
El arzobispo sudafricano y activista de los Derechos Humanos Desmond Tutu ha llegado al país con la intención de mediar entre ambos candidatos y evitar así que las diferencias políticas desestabilicen la principal economía del este de África.
La violencia de los últimos días ha puesto de manifiesto las profundas divisiones tribales en Kenia entre los luo de Odinga y los kikuyu de Kibaki, y algunos de los 42 grupos étnicos restantes que se alían con las dos facciones principales.
