Fracasa la primera reunión entre Livni y Netanyahu para formar Gobierno

(PD).- Un Gobierno de unidad parece hoy más lejos que nunca en Israel. Y más tras la cita nocturna entre el pretendiente, el futuro primer ministro, Beniamin Netanyahu, y la pretendida, la lider centrista Tzipi Livni.

Tras salir de su primera reunión con Netanyahu, Livni se ha mostrado muy pesimista: «Tenemos enormes diferencias sobre el proceso de paz con los palestinos. No he llegado a ningún acuerdo con Netanyahu y no creo necesario crear equipos de negociación».

Netanyahu, que cuenta con una mayoría de 65 de los 120 diputados, desea ua amplia coalición con el partido Kadima de Livni (el más votado con 28 escaños) y por ello anoche la ofreció «más de medio reinado». Derecho de veto, los ministerios más importantes, igualdad en número de carteras y elaboración conjunta de la línea programática….

Tras presentarle la «generosa» oferta a Livni, Netanyahu se limitó a decir: «Hemos acordado volver reunirnos. Debemos y podemos encontrar la unión ante tantos peligros que acechan a Israel».

El jefe partido conservador Likud, Benjamín Netanyahu, cree que existen puntos comunes de acuerdo con la líder del centrista Kadima, Tzipi Livni. Se trató del primer encuentro que ambos han celebrado después de que Netanyahu fuera designado por el presidente del Estado, Simón Peres, el pasado viernes para formar una coalición de gobierno en Israel.

El país, pendiente

Gran parte de los miembros de su partido apoyan a Livni para que no renuncie a los principios programáticos del Kadima, que en la campaña electoral se presentó como una alternativa a la derecha radical, a cambio de un sillón ministerial.

Al término de la reunión no se informó de la oferta presentada por Netanyahu, pero la prensa local publicó que ese paquete incluye que el Likud y Kadima tendrían en el gobierno el mismo número de carteras, que ofrecería a Livni dos de los tres ministerios más prestigiosos, a saber, el de Exteriores, Defensa y Finanzas, así como una definición conjunta de las líneas maestras del gobierno.

Netanyahu recibió el encargo de armar una coalición de gobierno al ser el candidato que disfruta de más apoyos en el arco político, pese a que su partido obtuvo 27 diputados, uno menos que el Kadima.

La mayoría de 65 diputados, de los 120 que integran el Parlamento israelí (Kneset) pertenecen a formaciones de extrema derecha, reacios a cualquier concesión con los palestinos, una política que a todas luces podría chocar con la intención del Gobierno de EEUU de impulsar con celeridad la creación de un estado palestino.

Likud y Kadima podrían sumar 55 legisladores, pero necesitarían el apoyo de otras formaciones, como el Partido Laborista (13 escaños), el ultranacionalista Israel Beitenu (15) o el ultra-ortodoxo sefardí Shas (11), para ser mayoría entre los 120 que componen la Kneset, el Parlamento israelí.

En los últimos días, tanto Livni como Netanyahu han recibido presiones en el seno de sus respectivos partidos para sumar fuerzas en un Gobierno de unidad nacional que dé estabilidad a Israel. El líder del Likud, que tiene previsto reunirse este lunes con el jefe del Partido Laborista, Ehud Barak, tiene hasta el 20 de marzo para formar gobierno, aunque puede solicitar dos semanas adicionales si así lo requiere.

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