Europa sigue bajo el peligro de los ‘lobos solitarios’ del Estado Islámico. Uno de los últimos casos que, gracias al esfuerzos de los organismos de seguridad se pudo evitar, es el de Safiyya Amira Shaikh, una simpatizante de Estado Islámico de 36 años, quien ha reconocido ante un tribunal estar planeando atentar contra la catedral Saint Paul en Londres, según informa The Guardian.
Shaikh, residente en Hayes (ciudad del este de Londres), fue arrestada en octubre de 2019 tras iniciar contactos a través de Internet para hacerse con explosivos de cara a la ejecución del atentado. Los supuestos contactos fueron dos policías infiltrados en una red extremista.
En su planificación del ataque, realizó un viaje para identificar objetivos y se alojó en un hotel de Londres que consideró como otro posible lugar en el que atentar. Entre agosto y octubre de 2019, constan varios mensajes compartidos en Telegram con propaganda extremista además de su promesa de lealtad al Estado Islámico.
En la primera vista del juicio admitió su culpabilidad, además de afirmar que su intención era causar el mayor número de víctimas posible con un ataque suicida en la catedral. «Quiero matar a muchos», confesó a dos policías que se hicieron pasar por un matrimonio de radicales islámicos.
Su nombre original era Michelle Ramsden y nació en una familia no musulmana. Se convirtió al Islam en 2007 y empezó a radicalizarse por internet a partir de 2015.
En un chat encriptado que mantuvo con uno de los policías infiltrados, afirmaba que «morir joven es la vía más rápida para llegar a Yanna (paraíso islámico)». «Siempre he sabido que quería hacer algo grande. Matar a un solo infiel no es suficiente para mí».
Su intención era cometer el atentado en una fecha clave, como en Navidad o en Pascua. Su sentencia se conocerá el próximo 11 de mayo.
