Los islamistas están atacando comisarías en varias partes de Egipto
El violento desalojo de los campamentos de protesta para exigir la restitución del depuesto presidente islamista Mohamed Mursi y los disturbios posteriores dejaron este miércoles 14 agosto 2013 al menos 278 muertos en Egipto, en una acción que generó condena internacional y la renuncia del vicepresidente Mohamed El Baradei.
Además, el presidente de transición egipcio, Adli Mansur, decretó el estado de emergencia en todo el país por un mes a partir de las 18.00 horas de este miércoles. La medida permite que se realicen redadas y detenciones sin una orden judicial.
Además, tras las violentas batallas callejeras desatadas entre islamistas y la policía, el gobierno estableció el toque de queda en 12 provincias, en las que regirá entre las 21.00 horas local (misma hora española) y las 6.00 horas del jueves, en las que nadie podrá salir a la calle. El portal de noticias Al Ahram informó que el toque de queda podría estar vigente también durante un mes.
Durante el anuncio, difundido mediante un comunicado a través de la televisión estatal, el presidente interino ha encargado a las fuerzas armadas, con la ayuda de la policía, adoptar las «medidas necesarias» ante esta situación.
La violencia se desató este miércoles por la mañana con el desalojo a la fuerza por parte de la policía de los campamentos de protesta de los seguidores de Mursi en la plaza de Rabea al Adauiya y en la de Al Nahda en El Cairo. La violencia se extendió a otras partes del país, donde fuerzas islamistas llevaron a cabo ataques contra edificios estatales.
El Ministerio de Salud egipcio confirmó en el último balance que 278 personas murieron -43 agentes de seguridad- en todo el país, aunque aseguró que la mayoría de las víctimas no se registraron en el desalojo de los dos campamentos de El Cairo. Las autoridades hablaron de 36 muertos en Ciudad Naser y 12 en Giza. Esta tarde trabajadores sanitarios y médicos de hospitales habían contado 1.403 heridos, informaron medios estatales, pero los datos estatales terminaron por confirmar 2.000 heridos.
Tras los choques sangrientos, Mansur se ha quedado sin su vicepresidente, Mohamed El Baradei, quien le ha comunicado en una carta que abandona el Gobierno.
Poco después de las 19.30 horas, las fuerzas de seguridad egipcias aseguraban tener las dos plazas conflictivas «totalmente controladas». Además, han informado que han detenido a ocho dirigentes de los Hermanos Musulmanes cerca de la plaza de Rabea al Adauiya.
Entre los arrestados figuran el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia, brazo político de la cofradía, Essam al Arian, y el clérigo Safuat el Hegazy.
Al Arian y Hegazy se encontraban en un edifico en construcción situado detrás de la mezquita de Rabea al Adauiya, donde habían permanecido supuestamente escondidos en las últimas semanas tras las órdenes de detención dictadas contra ellos por instigar a la violencia. Tres horas después, la Hermandad negaba estas detenciones.
El primer ministro egipcio, Hazem el Beblaui, ha asegurado este miércoles por la noche que la policía demostró durante los enfrentamientos «la máxima contención».
En una declaraciones en la televisión estatal, Beblaui dijo que la decisión de decretar el estado de emergencia fue «muy difícil» de tomar, pero obligatoria ante la escalada de la violencia. Además, el Gobierno ha asegurado que no permitirá más protestas en los campamentos.
Bastiones islamistas
En los enfrentamientos en El Cairo han fallecido dos periodistas: el cámara de Sky News Mick Deane, de 61 años, y la reportera egipcia Habiba Amed Abelaziz, que trabajaba para la publicación ‘Xpress’. También ha muerto tiroteada la hija de uno de los líderes de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Beltagy, Asma, de 17 años.
Todo apunta a que la jornada de hoy será recordada como una de las más sangrientas en Egipto. Los periodistas en el lugar de los hechos relatan cómo los cadáveres se amontonan en una improvisada morgue que la Hermandad ha instalado cerca de su cuartel general en Rabea al Adauiya. Los regueros de sangre conducen directamente a la tienda de campaña en la que un periodista de France Presse ha llegado a contabilizar 43 muertos, muchos de ellos alcanzados por las balas.
Alrededor de la tienda de campaña, los gases lacrimógenos y las ensordecedoras ráfagas de ametralladoras automáticas se entremezclan con los cánticos islamistas que llegan desde los altavoces de una tribuna cercana y que arengan a la población a rebelarse contra el golpe militar que depuso a Mursi.
En el mismo lugar donde reposan los muertos, miembros de la Hermandad se afanan por salvar la vida de los heridos que han sido trasladados a la tienda de campaña. Una de las víctimas exhala su último suspiro, con el cráneo perforado por una bala, según ha podido constatar un reportero que estaba a su lado.
Control de las plazas
A un centenar de metros, en la barricada levantada desde hace un mes en la amplia avenida que conduce a la plaza de Rabea al Adauiya, prosiguen los enfrentamientos entre los partidarios de Mursi y los policías y los soldados, que avanzan para controlar la plaza en medio de un incesante sonido de ambulancias.
Mientras que la plaza de Al Nahda se da por desalojada por las fuerzas del orden, en las inmediaciones de Rabea al Adauiya la tensión es creciente. El lugar, principal bastión de los seguidores de Mursi, está cercado por la policía, pero hacia allí se dirigen miles de islamistas pertrechados con piedras y palos, según ha podido constatar la agencia Efe.
La Hermandad señaló a través de la cuenta de Twitter de su portavoz, Gehad El-Haddad, que las autoridades también han detenido a varios manifestantes durante la operación.
Aunque los principales focos de tensión se han registrado en torno a las plazas cairotas de Rabea al Adauiya y Al Nahda, en otros puntos de la capital egipcia también ha habido enfrentamientos. En concerto, decenas de manifestantes se han congregado en la plaza de Mustafa Mahmud, en el distrito de Mohandesin, desde donde arrojan piedras y donde han quemado neumáticos para cortar las calles. La policía ha respondido con disparos, según varios testigos, y hay al menos dos fallecidos.
La agencia de noticias estatal egipcia, Mena, apuntó que se han registrado ataques a comisarías en la capital, en Garbiya (norte) y en Fayum, al sur de El Cairo.
Estado de emergencia
Los disturbios se han extendido por distintas partes del país, mientras la comunidad internacional reclama a las fuerzas de seguridad contención y a las autoridades diálogo para salir de esta crisis.
El estado de emergencia estuvo en vigor en Egipto con la excusa de la lucha contra el terrorismo desde 1981 hasta mayo de 2012, cuando decidió no renovarlo la junta militar que gobernó el país desde el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak (1981-2011) hasta la ascensión de Mursi al poder en junio del año pasado.
Con el estado de emergencia se suspende un gran número de derechos personales, civiles y políticos como el de huelga, el de ser asistido por un abogado en caso de ser detenido o a celebrar mítines políticos.