Un veinteañero británico, nacido en Kuwait, que creció en una familia acomodada del oeste de Londres

«John el yihadista»: de técnico informático en Reino Unido a verdugo de Estado Islámico

Mohammed Emwazi es el terrorista del Estado Islámico que protagoniza los vídeos de las decapitaciones de rehenes

Su padre fue encarcelado, cuando él tenía seis años, por su relación con el extremismo islámico

John el Yihadista ya tiene nombre. Según una extensa información publicada este 26 de febrero de 2015 en el Washington Post, el hombre enmascarado con marcado acento británico que sale en varios vídeos del Estado Islámico decapitando a rehenes occidentales, es Mohammed Emwazi.

Un veinteañero británico, nacido en Kuwait, que creció en una familia acomodada del oeste de Londres y se licenció en informática en la universidad de Westminster y apenas ha dejado rastro en las redes sociales.

La identidad del hombre que ha simbolizado la barbarie del Estado Islámico ha sido investigada utilizando diferentes técnicas, que incluyen análisis de voz y entrevistas con antiguos rehenes.

Poco después de la publicación del vídeo de la decapitación del periodista estadounidense James Foley el pasado verano, el FBI ya avanzó que podría haber identificado a su verdugo.

Pero su identidad se ha mantenido secreta, mientras John el Yihadista volvía a parecer en al menos otros cuatro vídeos de asesinatos de rehenes occidentales.

UN TRAYECTORIA TÍPICA

Era agosto de 2009, acababa de terminar la carrera de computación en la Universidad de Westminster, en Reino Unido, y se encontraba en Tanzania para hacer un safari. Estaba de vacaciones junto a dos compañeros. Al menos, eso fue lo que dijo.

Los servicios de inteligencia británicos, sin embargo, consideraron que era una tapadera.

De acuerdo a unos documentos a los que tuvo acceso la BBC, sus investigaciones los habían llevado a concluir que la verdadera intención de Mohammed Emwazi, supuestamente «John el yihadista», el británico enmascarado en los videos de Estado Islámico, era unirse al grupo Al Shabab en Somalia.

Entonces, viajaba con otro nombre: Muhhamad ibn Muazzam.

Así que lo detuvieron en la ciudad más grande y rica de Tanzania, Dar el Salaam, y lo metieron en un avión con destino a la capital holandesa, Ámsterdam, para que fuera interrogado por la inteligencia del país.

Después fue enviado a la ciudad portuaria de Dover, en el sureste del Reino Unido. Y allí fueron funcionarios de contraterrorismo los que hicieron las preguntas.

Se habían fijado en Emwazi, un kuwaití que había emigrado a Reino Unido a los 6 años, cuando en la universidad comenzó a jugar a fútbol con unos jóvenes que estaban siendo vigilados por los servicios de seguridad. Habían sido compañeros de escuela y habían acudido a las mismas mezquitas en Camden, un barrio del norte de Londres, y en el oeste de la capital.

Los servicios de inteligencia le siguieron la pista durante cuatro años, pero no ha sido hasta esta semana cuando ha salido a la luz su supuesta identidad.

El grupo incluía a Bilal al Berjawi, quien moriría en un ataque con misiles estadounidenses en Somalia en enero de 2012, y de quien se dice que luchaba junto a los yihadistas de Al Shabab.

Sin embargo, Emwazi nunca fue acusado de cargos relacionados con terrorismo.

Y en septiembre de ese mismo año regresó a su país de origen, Kuwait.

Diez meses después, en julio de 2010, estaba de vuelta en Reino Unido. Había hecho planes para casarse con una mujer kuwaití. Pero nada más poner un pie en el aeropuerto de Heathrow lo retuvieron e interrogaron durante seis horas, de acuerdo a los documentos a los que tuvo acceso la BBC.

Fue aquella la época en la que Emwazi se puso en contacto con Cage, un grupo de presión británico que representa a personas que dicen ser víctimas del acoso de los servicios de seguridad.

Emwazi intentó en varias ocasiones viajar a Kuwait.

«Tengo un trabajo esperándome y un matrimonio que empezar», escribió al organismo en junio de 2010.

«(Pero ahora) me siento como un prisionero, no en una jaula, sino en Londres. Soy una persona aprisionada y vigilada por los hombres del servicio de seguridad que me impiden vivir mi nueva vida en el país en el que nací, Kuwait», decía el correo electrónico.

«Estuvimos en contacto durante dos años y medio y hablamos sobre lo que podía hacer para aliviar sus problemas», dijo Asim Qureshi, el director de investigación del grupo en conferencia de prensa este jueves.

Estudiar inglés para poder dar clases en el extranjero parecía una opción, y a ello se dedicó mientras trabajaba como técnico informático.

Así, en 2012 sacó junto a dos compañeros el título de profesor de inglés y envió solicitudes a centros de idiomas en Arabia Saudí, pero fueron rechazadas.

El panorama se complicaba, pero él no estaba dispuesto a rendirse.

«Lo has intentado todo, así que lo mejor que podrías hacer es cambiarte el nombre», le aconsejó su padre, según Cage.

Y lo hizo. Se registró legalmente como Mohammed al Ayan e intentó viajar por última vez a Kuwait a principios de 2013.

No lo logró. La policía lo detuvo e interrogó.

El verdugo con acento británico de los videos de Estado Islámico llamó la atención de los medios.

«A la semana desapareció», contó Qureshi. «Y tres días después me llamó la familia para preguntar dónde estaba».

Pasaron cuatro meses cuando la policía les tocó la puerta e informó que le constaba que Emwazi había entrado a Siria.

«Los familiares estaban seguros de que estaba en Turquía, como trabajador humanitario», explicó el representante de Cage.

Así que la primera reacción de los parientes fue de incredulidad. Se negaban a aceptar que Emwazi fuera «John el yihadista», el mismo que aparecía en siete videos del grupo autodenominado Estado Islámico.

«John el yihadista» apareció en siete videos entre agosto de 2014 y enero de 2015.

El primero salió a la luz en agosto de 2014 y supuestamente se veía al periodista estadounidense James Foley siendo decapitado.

El siguiente, en el que el protagonista era el periodista de EE.UU. Steve Sotloff, se hizo público el 2 de septiembre.

Y le siguió el de la presunta decapitación del trabajador humanitario británico David Haines, que circuló en las redes sociales el 13 de septiembre.

En octubre se publicó un cuarto video en el que aparecía «el yihadista John» y en el que la víctima era el trabajador humanitario británico Alan Henning.

El quinto salió en noviembre del pasado año y corresponde a unas decapitaciones en masa. En la grabación «el yihadista John» mata a un soldado sirio y se ve además el cuerpo de Abdul Rahman Kassig, un trabajador humanitario estadounidense también conocido como Peter Kassig.

Las otras dos grabaciones vieron la luz este año, el 20 y el 31 de enero.

En la primera, el yihadista posa junto a dos rehenes japoneses y pide un rescate a cambio de su liberación. Y en la segunda decapita supuestamente a uno de ellos, Kenji Goto.

Pero la familia no es la única que no puede creerse que Emwazi sea el de las imágenes.

El director de investigación de Cage, quien conoció al británico de origen kuwaití, dijo que le cuesta creer que el hombre «extremadamente amable y gentil, de voz suave, el más humilde» que conoció sea «John el yihadista».

Sin embargo, cuando un periodista del diario estadounidense The Washington Post le volvió a enseñar uno de los videos, reconoció que las similitudes entre ambos son «notables».

Aunque insistió en que «no está determinado» que sean la misma persona.

La Policía Metropolitana de Londres ya anunció que no va a confirmar la identidad del yihadista y pidió a los medios no especular con los detalles, porque hay «una investigación antiterrorista en proceso» y porque «podrían ponerse vidas en peligro».

Asimismo, los funcionarios estadounidenses se han negado a desvelar esa misma información, ya que consideran que es «la mejor estrategia para capturarlo y traerlo ante la justicia».

Aunque la corresponsal de la BBC en Washington, Rajini Vaidyanathan, recordó que el FBI confirmó en septiembre del año pasado que conocía la identidad del «John el yihadista».

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