MISIVA A ISIS, MI MUSA TINERFEÑA (8)
Dilecta Isis:
Me dispongo a contestar al tuyo, que acabo de leer, telegráficamente.
Si no me gusta el don (porque lleva fusta; aunque no se vea, se siente), menos me peta aún que se use conmigo el superlativo absoluto de ese adjetivo calificativo, excelente (aunque procure que cuanto trence lo sea; lo uno no quita lo otro; por la sencilla razón de que quienes escribimos nos solemos quedar casi siempre a medio camino, sin hollar la cumbre; me explico: me gusta lo que firmo, pero, si vuelvo a releer lo que he urdido, siempre o casi siempre encuentro posibles mejoras).
No he leído nada de Kate Morton. Mi falta de experiencia literaria, por tanto, es evidente. Y es que, mientras releo, como estoy haciendo los últimos días, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, no puedo leer otro libro, y viceversa.
Cuando te corrijo, no lo hago con mala intención, sino con buena, para que (te) mejores. Me aparto de quien no me aporta (nada). Asumo que alguien me pueda/e ver como una reencarnación del mítico Pigmalión, que se enamoró de Galatea, su mejor estatua, razón por la que esta, queriéndolo así una diosa, llegó a cobrar vida. Me gustó mucho, un montón, la adaptación que hizo del mencionado mito clásico el dramaturgo irlandés George Bernard Shaw (único —por ahora, si no marro— autor que ha resultado digno merecedor del doble y ansiado galardón: el Nobel de Literatura y el Oscar al mejor guion adaptado).
No he escrito que sean tus prosas espantosas (patosa —todos lo somos; yo también—), sino que prefiero que seas lenta a violenta en tu mudez (aunque, a veces, esta consienta; quien calla otorga, dice el dicho castellano) o a que tus prosas sean espantosas (que no asevero que lo sean).
Disfruta a tope de tus vacaciones. Es una obligación de quien las coge. Aprovéchalas, vayas donde vayas y hagas lo que hagas.
El enlace de Vanessa y Jorge fue la mejor boda a la que he acudido (el acto civil fue emotivo, el aperitivo estuvo muy bien y el menú, ídem; bailé y me bebí un par de gin-tonic;…). Hacía mucho tiempo que no iba a una.
No sabía que fueras profesora de etrusco. Es zumba. No te lo tomes a mal. Enséñale todo lo que puedas a Marimar.
Como detesto dar falsas esperanzas, que cada quien crea lo que estime conveniente, siempre que este credo le sirva para ser mejor persona, claro.
Compruebo que he escrito un folio, o sea, que no ha sido tan telegráfica mi respuesta.
Otro abrazo de las mismas características (sin olvidarme de hacerte el encargo de que le des los dos ósculos, que también te envío, a Marimar).
Sigue prendado de tu arrolladora persona(lidad) quien es fiel y leal con las mujeres que lo mejoran,
Ángel Sáez García
