El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

De todo nos ocurre a los humanos

DE TODO NOS OCURRE A LOS HUMANOS

Dilecta Pilar:

Cierto. De todo, óptimo, bueno, regular, malo y pésimo nos ocurre a quienes andamos, ora podando, ora vendimiando, en la viña del Señor. No obstante, acaso convendría señalar lo obvio, que hay quienes somos “raros” desde la cuna, verbigracia, tu amigo, servidor, quien firma estos renglones torcidos abajo. También podría agregarse, dando de lleno en el blanco o centro de la diana, que con la edad empeoramos en unos aspectos (que, en su inmensa mayoría, tienen que ver con la maquinaria del cuerpo), pero mejoramos en otros (que cabe reducir al ámbito del espíritu), como los buenos vinos.

No te falta razón. Y puede que hagamos ambas cosas, mejorar y empeorar, a la vez (verbigracia, mejorar en salud mental y empeorar en salud física; mejorar en los dos terrenos es bastante infrecuente; lo normal es empeorar en ambos, pero hay más ámbitos o terrenos que los aducidos por nosotros, claro).

Hoy, viernes, 22 de noviembre de 2019, en la página 26 del Heraldo de Aragón, he leído tu columna sobre la “Mujer maga” (y, por lo que he colegido, imaginado e intuido, en su proceder, maja, en concreto, Trinidad Ruiz Marcellán, a quien, por cierto, no tengo el gusto de conocer). Me ha agradado sobremanera (tanto lo que considero que he entendido como lo que no he comprendido —me ha hecho recordar lo que dijo José Lezama Lima en “el curso délfico”, si no recuerdo mal el dato, donde sostuvo que no entender es una forma precaria de entendimiento, el primer paso que hay que dar o el primer peldaño que hay que subir de esa escalera interminable que es el conocimiento— del todo).

El recuerdo señalado en el párrafo precedente, como les ocurre a las cerezas, que no suelen brotar solas, me ha llevado a rememorar otro. Este: siguiendo a Aristóteles, que al comienzo de su “Ética eudemia” las cita (“El moralista que en Delos grabó su pensamiento y lo puso bajo la protección de Dios, escribió los dos versos siguientes sobre el pórtico del templo de Latona, considerando sin duda el conjunto de todas las condiciones que un hombre solo no puede reunir completamente: lo bueno, lo bello y lo agradable: ‘Lo justo es lo más bello; la salud lo mejor; / obtener lo que se ama es lo más grato al corazón’”), en una carta que José Lezama Lima remitió al escritor y crítico de arte Carlos M. Luis repetía las sabias e inmarchitables palabras que la tradición atribuye al moralista de Delos: “Lo justo es lo más bello, la salud lo mejor, / obtener lo que se ama es la más dulce prenda del corazón”.

Ya, ya, me he quedado con la copla, pero quería recordar la anécdota o cereza de Lezama Lima, que ha (sal)ido emparejada con otra, la que recordaba el adagio del moralista de Delos.

Pues, a ver si de ese trato, de esa interacción, sale algo provecho para ambas. Ese es, al menos, mi deseo.

Buen fin de semana.

Otro (de tu amigo Otramotro).

   Ángel Sáez García

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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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