LOS SÍMILES NOS HACEN INFELICES
No hay estudio que sea concienzudo,
Que baste para hacer afirmaciones
De tipo general, o negaciones
De igual jaez, y al orbe dejar mudo.
Sé, aunque no rige aquí la del embudo
Ley, que la dicha está en las relaciones
Que establecemos, sí, sin vejaciones,
Con amigos y deudos; no lo dudo.
Que las comparaciones son odiosas
Era un aserto más que archisabido,
Pero investigaciones que he seguido,
Reputadas por muchas/os de juiciosas,
Indican que las tales desdichadas/os
Hacen a las/los que salen más hinchadas/os.
Ángel Sáez García