El venezolano Gustavo Yepes se convirtió en altavoz de los médicos de su país, inicialmente no tenía esa intención, pero terminó realizando un trabajo nada sencillo, “en algunas entrevistas se me aguaron los ojos”, confiesa después de haber escuchado las experiencias de estos profesionales de la salud.
En el episodio número 8 del podcast ‘Venezuela: Entendiendo a una narcodictadura’, el experto en gestión del tiempo habla sobre el resultado de su trabajo titulado ‘Médicos venezolanos: una especie amenazada’, una investigación para la que tuvo que salirse de su zona de confort, aunque no tanto como parece.
“El asunto de los médicos siempre me ha tocado muy de cerca, tengo un hermano médico, tengo muchos amigos médicos y he seguido la situación muy de cerca, hace poco una organización en Venezuela me pidió que hiciera ‘webinar’ (conferencia web) para recolectar fondos, el motivo de la recolección de fondos era para adquirir equipos de bioseguridad porque los médicos se están muriendo, así de simple”, explica el asesor empresarial y coach personal.
??MUV Internacional lamenta el sensible fallecimiento del Dr. Luis Daniel Fuenmayor Parra, Médico Zuliano, de 28 años de edad, ejemplo y orgullo del gremio y quien falleciera este 23 de Noviembre, luego de perder la batalla ante el Covid19.
.@MedicosUnidosVe
.
? Hilo pic.twitter.com/V1fC5QHzvV— MUV Finlandia (@MuvFinlandia) November 24, 2020
Y es que lo que comenzó como un trabajo puntual, para brindar apoyo económico, se convirtió en un artículo que, a través los testimonios de los propios médicos venezolanos, muestra la realidad que estos vienen padeciendo desde hace muchos años y que se ha agravado con la llegada del COVID-19.
“Carmen está cansada de enviar a los familiares de sus pacientes a comprar medicamentos y material básico para atenderlos, sabiendo que, seguramente, no los encontrarán o no tendrán dinero para adquirirlos. Varios pacientes han fallecido mientras esperan.
Arturo se niega a preparar su propio suero fisiológico para poder realizar intervenciones quirúrgicas; el riesgo es muy alto, aduce.
El hospital donde trabaja Emilio tiene varios meses sin realizar intervenciones quirúrgicas por la contaminación de los quirófanos y su trabajo consiste en remitir a los pacientes a otros centros, son trasladados de un sitio a otro hasta que puedan ser atendidos o fallezcan.
Héctor a sus 28 años había sido partícipe de una cruda realidad. Durante su residencia de Traumatología había visto como varios pacientes fallecían o eran dados de alta sin el tratamiento adecuado. Durante una protesta pacífica en la que intervino, fue golpeado por colectivos a la orden del régimen. La gota que colmó el vaso fue el día en que fue amenazado a punta de pistola para que atendiera y le salvara la vida ‘sí o sí’ a un paciente herido de bala, sin que el personal de seguridad pudiera hacer nada. Héctor decidió emigrar.
Durante su posgrado de Psiquiatría, Alfonso lamentó la muerte de dos pacientes por inanición, ya que la comida del hospital era insuficiente y no tenían familiares que les llevaran alimentos”,
Son algunos de las experiencias que los galenos venezolanos transmitieron al profesor del Instituto Estudios Superiores en Administración (IESA), y que hizo público en un artículo en el Wall Street International.
El trabajo se basó en entrevistas a médicos venezolanos –ninguno fue identificado con su nombre real debido a las consecuencias que podrían sufrir a manos del totalitarismo chavista–, además de una encuesta realizada a unos 50 médicos venezolanos.
“Te confieso que en algunas entrevistas se me aguaron los ojos, detrás de cada médico que entrevisté o que respondió la encuesta hay una historia muy triste, muy dolorosa, a veces también historias de esperanza, pero esperanza en medio de un drama que están viviendo”, afirma Yepes.
Según publicó la ONG Médicos Unidos de Venezuela, al menos 260 sanitarios han fallecido a causas del COVID-19 en Venezuela, en la segunda semana de noviembre de 2020 se reportaron seis médicos que perdieron la vida por esta razón. Esta misma organización informó que un 70% de los trabajadores de la salud venezolanos sufren de ansiedad y depresión.