Los informes apuntan a que hasta 1.000 personas llegan cada día en búsqueda de escapar del chavismo

Los pueblos del norte de Chile, al límite del colapso por la llegada masiva de la diáspora venezolana

Las autoridades chilenas advierten la saturación y escasa disponibilidad de recursos para recibirlos

Los pueblos del norte de Chile, al límite del colapso por la llegada masiva de la diáspora venezolana
Diáspora venezolana PD

Chile está sufriendo un reto migratorio por culpa de la dictadura de Nicolás Maduro.

Las autoridades de pequeñas comunas fronterizas del norte de Chile exigen la intervención urgente del Gobierno por encontrarse “saturadas” sus condiciones.

En concreto, denuncian desabastecimiento, tomas de viviendas para refugio de los indocumentados y nulo control de las policías.

Con un control mayor sobre la frontera con Perú en Arica, los migrantes se han lanzado a intentar el ingreso por zonas menos custodiadas desde Bolivia. Y así, trasladaron la tensión a pueblos muy pequeños que no tienen ninguna capacidad para contenerlos.

Niños y niñas cruzando la frontera a Chile junto a sus familias en el desierto, verdaderas bandas de “pasadores” ilegales y colapso de las principales ciudades del norte marcan el escenario migratorio en las últimas horas.

El paso Desaguadero es hoy el más utilizado para llegar a Chile. Este los deja en en el pequeño pueblo de Colchane en la región de Tarapacá.

Una localidad montañosa ubicada a 3 mil metros de altura y con apenas 1.600 habitantes. Su clima es extremo, altas temperaturas en el día y muy bajas en horas de la noche, por tratarse de zona cordillerana y desértica.

Los que se han atrevido a realizar este trayecto advierten que no se aconseja el uso de móviles, en todo momento deben guardar silencio y los niños deben siempre permanecer muy cerca de sus padres.

Un paso en falso podría significar llamar la atención de la policía o personal militar.

Los que dirigen el trayecto, con la ruta y las “estaciones” son los denominados “coyotes” o “pasadores” que cobran a los interesados en cruzar la frontera para guiarles por el camino entre 200 a 500 dólares por familia.

Algunos cobran mucho más cuando hay niños.

Según la opinión del alcalde, “los inmigrantes ingresan al país sin ningún control. La inclusión de personal militar en la frontera sólo ha perjudicado la vida normal de los pobladores”. Por lo anterior es que durante este martes el alcalde exigió la renuncia del Intendente de la Región de Tarapacá, Miguel Ángel Quezada, quien está de vacaciones legales a partir de este lunes.

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