(PD/Agencias).- Dos periodistas dedicadas a la prensa del corazón resultaron heridas en el municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón al estrellarse el vehículo en que viajaban con un árbol cuando perseguían a toda elocidad un famoso. En esta ocasión el objetivo era Gonzalo Miró.
El perseguido Miró se ha convertido en un habitual de la prensa del corazón, más si cabe tras su relación con Eugenia Martínez de Irujo.
Miró, que al parecer había abandonado sus días de veraneo en Ibiza, salía ayer sobre el mediodía de su residencia, en Somosaguas, una urbanización de lujo de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
Los periodistas, apostados a las puertas de su domicilio, le esperaban. Miró salió a toda velocidad. Según explicó a la agencia Efe el guardia de seguridad de la finca, un Peugeot 307, en el que iban dos mujeres de unos 32 años de edad, una cámara de televisión y una periodista -ambas de Europa Press Televisión- le siguió.
Poco después, el turismo de las dos reporteras perdió el control en una glorieta -en la confluencia del paseo de La Finca con el de Hontanar-, estrellándose contra un árbolEl accidente ocurrió poco después del mediodía en una rotonda que une el paseo de La Finca con el paseo de Hontanar, en una zona de chalés de lujo de Somosaguas.
Como consecuencia del accidente una de las dos mujeres sufrió fractura abierta de tibia y peroné derecho, traumatismo abdominal y una herida en la rodilla derecha, mientras que la otra presentaba traumatismo facial y abdominal y fractura abierta de húmero, precisaron fuentes de Emergencias 112.
Las dos mujeres fueron trasladadas al hospital Puerta de Hierro, donde ingresaron en estado de moderado a grave.
EL DEBATE EN LA RED
Lo ocurrido, pone en evidencia un espinoso asunto: el conflicto entre lo que algunos denominan «sagrado derecho a informar» y el derecho, tamb ién sacrosanto, de todo ciudadano a su intimidad.
Escribe PRNoticias:
Ha vuelto a pasar. Una persecución entre famosos y periodistas ha terminado en accidente y con una informadora con una fractura abierta de tibia. Se reabre el debate sobre la necesidad de este tipo de periodismo, tradicionalmente desprestigiado, pero que genera las mejores audiencias en televisión y un gran tirón entre publicaciones escritas. Y es que las informadoras que están a pie de calle son sólo el último eslabón de una larga cadena en que se mueven centenares de miles de euros, y de los que ellos reciben muy poco.
La prensa rosa
Cuestionada por muchos, pero seguida por miles de personas. Genera las mejores audiencias para los canales de televisión y dispara las ventas de las revistas. Telecinco es líder indiscutido en gran parte porque más del 40% de su programación de lunes a viernes lo dedica a programas de cotilleo, mientras que publicaciones como Pronto, Hola, Diez Minutos, Lecturas, Qué me dices y Semana reúnen semanalmente a unos 10 millones de lectores, según los datos del EGM.
Sin duda un mercado que mueve millones de euros, que paga exclusivas, que cobra a elevados precios los espacios y minutos de publicidad y en el que extrañamente los periodistas se convierten en amigos personales de los ‘famosos’, que en definitiva son los protagonistas de la noticia. Pero este mercado de prensa rosa se convierte en un arma de doble filo, allí donde los famosos ya no quieren dar declaraciones o donde se reservan para comparecer en exclusiva frente a determinados medios.
Es en ese momento donde aparecen los paparazzi, fotógrafos, cámaras y reporteros que persiguen las 24 horas del día a los protagonistas de la noticias. El objetivo es obtener cualquier declaración, foto o imagen de sus perseguidos, con la esperanza de que sea una material en exclusiva, que se pueda vender a buen precio o que simplemente cumpla las exigencias de los editores de los medios.
