La icónica Catedral de Notre Dame en París está lista para reabrir sus puertas al público el 8 de diciembre de 2024.
Un milagro que marca un hito extraordinario en la historia de la restauración arquitectónica.
Tras el devastador incendio del 15 de abril de 2019 que destruyó gran parte de su techo y derrumbó su emblemática aguja, Francia se embarcó en una ambiciosa misión de reconstrucción que ha demostrado ser un testimonio de la determinación y la excelencia técnica gala.
El proyecto de restauración, con un coste total de aproximadamente 865 millones de euros, ha sido un esfuerzo monumental que ha involucrado a cientos de artesanos, ingenieros y expertos en conservación de todo el país.
La ministra de Cultura francesa, Rima Abdul-Malak, anunció recientemente que la catedral reabrirá justo a tiempo, cumpliendo así la promesa del presidente Emmanuel Macron de completar la reconstrucción en un plazo de cinco años.
Principales obras realizadas
La restauración de Notre Dame se ha llevado a cabo en varias fases clave:
- Consolidación y seguridad: La primera etapa, completada en agosto de 2021, costó 150 millones de euros y se centró en asegurar la estructura del edificio.
- Restauración interior: Esta fase incluye la limpieza del interior de la catedral, la restauración del gran órgano con sus 8.000 tubos y 19 cajas de viento, y la reparación de la mampostería y las bóvedas.
- Reconstrucción del techo y la aguja: Se han utilizado 2.000 piezas de 1.300 robles para restaurar la aguja, el transepto y los tramos adyacentes. La instalación de la nueva aguja de 315 pies comenzó a principios de 2023.
- Restauración de obras de arte: 22 pinturas de gran formato de los siglos XVII y XVIII fueron restauradas en un taller cerca de París.
- Instalación de vitrales: Se ha anunciado un concurso para que artistas contemporáneos recreen seis de las vidrieras en el lado sur de Notre Dame, marcando así la huella del siglo XXI en la catedral.
Coste y financiación
El coste total de la reconstrucción se estima en 846 millones de euros (928 millones de dólares), de los cuales 700 millones de euros se destinarán directamente a la reconstrucción.
Esta suma proviene de una impresionante campaña de recaudación de fondos que atrajo a 340.000 donantes de 150 países diferentes.
Contrariamente a las expectativas iniciales, la mayor parte de las donaciones para la fase inicial de la reconstrucción provino de ciudadanos estadounidenses y franceses, canalizadas a través de fundaciones benéficas.
La organización Friends of Notre Dame de Paris, fundada en 2017, estima que el 90% de las donaciones recibidas provienen de donantes estadounidenses.
Las promesas de donaciones de los multimillonarios franceses, que inicialmente acapararon titulares, tardaron en materializarse.
Empresarios como François Pinault, Bernard Arnault y Patrick Pouyanne prometieron cientos de millones de euros, pero la liberación de estos fondos ha estado sujeta a la evolución de los planes de reconstrucción y a la negociación de contratos.
Un esfuerzo colectivo
La reconstrucción de Notre Dame ha sido un esfuerzo verdaderamente colectivo.
Cerca de 250 empresas y talleres de arte de toda Francia han participado en la «renacimiento de la catedral», incluyendo carpinteros, canteros, andamieros, escultores, doradores, vidrieros y constructores de órganos.
El proyecto no solo ha sido un desafío técnico, sino también un símbolo de unidad nacional e internacional.
Como muestra de reconocimiento, se ha colocado un tubo sellado dentro del gallo dorado montado en la cima de la aguja, que contiene un documento con los nombres de las 2.000 personas involucradas en las obras.
Mirando al futuro
Mientras Notre Dame se prepara para su reapertura, las autoridades esperan que 14 millones de visitantes acudan a ver los resultados de la restauración.
El proyecto no solo ha restaurado la catedral a su antigua gloria, sino que también ha incorporado elementos que marcarán esta restauración en la historia del edificio.
La reconstrucción de Notre Dame en un plazo tan ajustado es un testimonio de la determinación y la habilidad técnica francesa. Como dijo un turista sueco, Stephan Book, durante una visita al sitio de construcción:
«Es fascinante ver cómo se está restaurando algo de tanto valor histórico. Y la ambición de hacerlo todo en cinco años, es como cuando Kennedy dijo que (los humanos) irían a la luna».
Con la reapertura de Notre Dame, París no solo recupera uno de sus monumentos más emblemáticos, sino que también demuestra al mundo su capacidad para superar la adversidad y preservar su rico patrimonio cultural para las generaciones futuras.