Federico Jiménez Losantos da un consejo y hace una reflexión brutal hoy su columna: No podemos acostumbrarnos a la crueldad y la estupidez de Sánchez.
Lo publica en Libertad Digital este 11 de mayo de 2025.
Y la pieza constituye una advertencia rotunda ante la deriva del actual Gobierno, centrando la crítica en lo que considera los dos rasgos dominantes del mandato del marido de Begoña: la crueldad y la estupidez.
Desde el primer párrafo, l periodista y director de EsRadio, subraya el riesgo de que la sociedad española acabe insensibilizándose ante los excesos del poder.
La tesis central es clara: no debemos resignarnos ni normalizar los comportamientos que el autor atribuye al presidente, ya que hacerlo sería aceptar como inevitables tanto el desprecio por las víctimas como la manipulación política.
A través de una prosa incisiva, Losantos articula un discurso que es tanto análisis como denuncia.
Un discurso marcado por la indignación
El autor arranca con una contundente declaración: “Porque hace falta ser profundamente cruel, desvergonzado y siniestro para llamar ‘cínico’ al recuerdo de las cinco víctimas…”. Con este arranque, Losantos contextualiza su crítica en el reciente discurso de Sánchez, al que acusa de insensibilidad ante el dolor ajeno y de manipulación consciente del lenguaje para descalificar a quienes le recuerdan las consecuencias humanas de sus políticas.
A lo largo del texto, Losantos insiste en que lo grave no es solo la acción política, sino la reacción social: “Lo peor no es que Sánchez sea así; lo peor es que nos vayamos acostumbrando a esa maldad sin fondo…”. La alerta está lanzada hacia una sociedad que, según el periodista, corre el peligro de anestesiarse frente al abuso del poder y a la degradación moral del discurso público.
La rutina del escándalo
El artículo avanza señalando cómo la reiteración en los excesos políticos puede llevar a su aceptación tácita: “Cada vez que pasa algo así pensamos: bueno, otra vez… Y seguimos adelante como si nada”. Para Losantos, este ciclo de escándalo y olvido es precisamente lo que permite a Sánchez mantenerse en el poder sin afrontar las consecuencias éticas o políticas de sus actos.
En otro pasaje esencial, recalca: “La fruta podrida de la corrupción no caerá sola. Hay que sacudir el árbol o se pudrirá todo”. Aquí, Losantos utiliza una metáfora agraria para ilustrar su idea de que la regeneración democrática exige un esfuerzo activo por parte de la ciudadanía y las instituciones.
Una mirada al futuro inmediato
Hacia el final del artículo, Losantos advierte sobre los peligros a medio plazo: “Si no reaccionamos ahora, mañana será demasiado tarde para recordar lo que fuimos o lo que pudimos haber sido”. Este tono casi elegíaco refuerza su mensaje principal: aceptar pasivamente la situación actual implicaría renunciar a los valores democráticos más básicos.
Finalmente, cierra con una frase lapidaria sobre las consecuencias colectivas: “El problema no es solo Sánchez; el problema somos nosotros si le dejamos hacer”. Así, traslada al lector la responsabilidad última de poner freno a lo que describe como un proceso corrosivo para toda la sociedad.
Frases clave reproducidas textualmente
A continuación se destacan seis frases literales del artículo original:
- “Porque hace falta ser profundamente cruel, desvergonzado y siniestro para llamar ‘cínico’ al recuerdo de las cinco víctimas…”
- “Lo peor no es que Sánchez sea así; lo peor es que nos vayamos acostumbrando a esa maldad sin fondo…”
- “Cada vez que pasa algo así pensamos: bueno, otra vez… Y seguimos adelante como si nada”
- “La fruta podrida de la corrupción no caerá sola. Hay que sacudir el árbol o se pudrirá todo”
- “Si no reaccionamos ahora, mañana será demasiado tarde para recordar lo que fuimos o lo que pudimos haber sido”
- “El problema no es solo Sánchez; el problema somos nosotros si le dejamos hacer”
Claves temáticas
Entre los ejes destacados por Federico Jiménez Losantos figuran:
- La normalización social del abuso político.
- El deterioro ético en el discurso institucional.
- El peligro de la resignación ciudadana ante la corrupción.
- La responsabilidad colectiva frente a los excesos del poder.
- La necesidad urgente de reacción democrática.
Este artículo supone una nueva muestra del estilo inconfundible del veterano periodista turolense: análisis mordaz, tono vehemente y advertencia constante contra cualquier forma de complacencia ante quienes ostentan el poder. La pieza se convierte así en un recordatorio incómodo pero necesario sobre los riesgos de acostumbrarse —por hastío o por resignación— a aquello que debería seguir provocando indignación ciudadana.