La líder del colectivo animalista ‘Almas veganas’, Fani, generó una gran polémica en 2019 al acusar a los gallos de violar a las gallinas.
Ese fue el pelotazo de Fani ‘La Vegana’, que con un nombre sugerente, comenzó a hacerse un hueco en televisión en cuanto pisó el primer plató, porque entraba a refriega con el tertuliano que fuera y por lo loco de sus argumentos, jamás vistos hasta la fecha: recuerden cuando se plantó en televisión para pedir ‘curar’ a los visones contagiados de coronavirus…
Pues bien, el sorpresón ha saltado este 24 de septiembre de 2020, cuando algunos usuarios de redes sociales comenzaron a levantar algunas sospechas, que la propia protagonista terminó por confesar: Además de ser Fani ‘La Vegana’, es Úrsula, escort de lujo.
Ella misma salió entonces a reconocer en un vídeo su alter ego como «trabajadora sexual», a razón de unos 3.000 euros por fin de semana. Bajo el nombre de Úrsula, se promocina en internet como «muy sensual e intensa».
En su descripción en la página web afirma que «si quieres transportarte a un mundo diferente, lleno de placeres, yo soy la mujer ideal para conducirte hasta él».
Asegura que tiene 25 años, unas medidas de 90-65-90, 161 centímetros de altura y 55 kilos de peso.
«Estoy disponible en: Girona-Costa Brava. Podemos encontrarnos en tu hotel o en un apartamento por horas. Atiendo a caballeros, señoras y parejas. Si lo deseas, también puedo acompañarte en veladas y viajes».
Esta extrabajadora en mataderos de animales destaca entre sus especialidades: «Besos, Cubana, Eyaculación corporal, Fantasías, Sexo oral natural, Lésbico, Lluvia dorada, Masajes, Striptease, Tríos, Club intercambio, Ducha erótica…».
Por 45 minutos cobra 150 euros y por 90 minutos, 300 euros.
Por otra parte, promociona «cena más compañía por 500 euros», «atención a parejas por 400 euros», «noche completa por 1.000 euros»y «fin de semana por 3.000 euros».
Subraya en el mismo portal que «los caballeros que me conocen dicen de mí que mi conversación es inteligente y divertida y que en la intimidad soy la amante que todo hombre ha soñado alguna vez con tener en su lecho. Créeme: conmigo vivirás una intensa experiencia que te hará olvidar tu vida cotidiana y que te conducirá a un terreno exótico y diferente. Deja volar tu imaginación… conóceme».
Como durante el día está trabajando en el «refugio animalista» donde cuida vacas, cabras y gallinas, entre otros animales, Úrsula señala que «si quieres citarte conmigo a partir de las 12 de la noche, llámame el día anterior para que pueda organizar mi agenda y así quedar completamente libre para disfrutar de lo que más me gusta: gozar de tu compañía».
«Todos lo saben»
La activista procedente de Cataluña lanzó un comunicado en forma de vídeo, donde explica que «están rulando anuncios de mi trabajo personal».
Hay una parte de mi vida personal que ha salido en redes sociales y en webs como Forocoches, que me han dicho que es un espacio mayoritariamente de machis y fascistas. Básicamente están rulando anuncios de mi trabajo personal. Yo soy trabajadora sexual y la verdad es que no me sorprende para nada que haya pasado esto.
En todo caso, sostiene que no le sorprende que se haya desvelado su doble vida. «Esperaba que sucediera en algún momento porque estamos sufriendo desde hace un año y pico un escarnio brutal hacia mi persona y hacia el colectivo animalista en el que milito», sostiene.
Para nada. Todo mi entorno lo sabe. Desde la mujer a la que le compro el heno para el santuario a la gente que ha venido a ayudar en el santuario. No lo voy ventilando por ahí porque utilizo las redes sociales para hacer activismo.
A continuación, utiliza su minuto de gloria para soltar un discurso político contra «el patriarcado».
Aprovecho para visibilizar la problemática que se cierne sobre el trabajo sexual. No está reconocido, estigmatiza mucho, se criminaliza a todas las personas que trabajan así. Lamentable que suceda en 2020. El trabajo sexual es trabajo. En España es alegal. Muchas compañeras están trabajando para que se reconozca y podamos tener derechos como cualquier trabajo. Los derechos que existen son una mierda total, vivimos en una total precariedad.