En Valencia han colgado del balcón del Ayuntamiento una enorme pancarta en homenaje al mayor genocida de la historia Josef Stalin.
Sin ningún tipo de pudor, con la aquiescencia del PSOE, Compromis y otras yerbas, han desplegado la gigantesca pancarta justamente en el marco del Día Europeo de las Víctimas del Comunismo y el Nazismo.
No estaría de más que nos dijeran los nombres de los autores de esta inmundicia, y la razón por la que el muy izquierdista Joan Ribó lo ha autorizado.
Para que Ribó y compañía se enteren, así como Rita Maestre y los progres que cargan ahora contra el alcalde Almeida por devolver su calle al General Millán Astray, fundador de la Legión Española, de quien era Stalin y de lo que ha representado en términos prácticos ese socialismo real que reivindican, les facilitamos unos datos escalofriantes.
Vaya por delante que de la misma manera que casi todos los atentados masivos perpetrados en el mundo en los últimos 30 años han sido ejecutados al grito de ‘Alá es grande’, la inmensa mayoría de las víctimas de la represión, el hambre y la tortura del último siglo, han caído en nombre del comunismo.
En la Unión Soviética de Stalin ejecutaron a 25 millones de personas, la quinta parte por hambre, en una política siniestra llamada Holomodor, que empujó a incontables campesinos ucranianos al canibalismo y hasta a intercambiarse hijos para comérselos.
En la China de Mao, mataron a 60 millones de personas.
En Camboya, a más de 2 millones, incluidos casi todos los que usaban gafas, porque los jemeres rojos sospechaban que sabían leer y por tanto no eran fácilmente ‘reeducables’.
En Corea del Norte otros tantos y después vienen Cuba, Europa Central y hasta Africa, para redondear un montón de más de 100 millones de cadáveres.
Esto es lo que homenajea la izquierda en Valencia y de lo que se sienten herederos Podemos y el PSOE en casi toda España.
