No son fontaneros, son sicarios.
Los audios protagonizados por la militante socialista Leire Díez ha revelado el nivel de virulencia con el que el Gobierno Pedro Sánchez pretende acabar con la UCO para anular las investigaciones de corrupción sobre su Ejecutivo, partido y círculo íntimo.
Pero la operación de Estado impulsada por los socialistas, propia de la mafia y no de un gobierno, no solo apunta a la unidad de la Guardia Civil que investiga la corrupción política: fiscales y periodistas que no están en nómina también son objetivos de Moncloa y Ferraz.
Aunque tiene que escandalizarnos todo lo que está pasando, tampoco nos toma de sorpresa. El propio Sánchez lo adelantó en su alocución después de los infames cinco días de ‘reflexión’ posterior a la imputación de su esposa. Ahí delineó su arremetida contra los contrapesos democráticos, esos que tanto aborrece. En especial a los medios y periodistas que no forman parte de la ‘brunete pedrete’.
Un ejemplo de esto es lo que decía la propia Díez sobre Iker Jiménez a viva voz, calificándole de “penoso” y exigiendo acciones a Mediaset por el trabajo y opiniones del presentador de ‘Horizonte’ a las que catalogaba de “soplapolleces”.
Alfonso Rojo trata este y otros temas en el ‘24×7’ de este viernes, 30 de mayo, junto al bombero y jefe de dotación del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, Pedro Gallego.