Euforia en TVE a mayor gloria del Gobierno Sánchez.
El telediario de las 21 horas, presentado por Carlos Franganillo, coincidió prácticamente con el aterrizaje del segundo avión con refugiados afganos procedente de Afganistán.
Una circunstancia a la que procuraron dar todo el bombo y platillo posible habida cuenta de las críticas que se ha llevado Pedro Sánchez por apurar sus vacaciones en Lanzarote y demorar la coordinación de la crisis afgana, mientras el resto de líderes europeos se ponía el mono de faena en cuanto hubo conocimiento de la victoria talibán.
Despliegue en Torrejón
La segunda edición del Telediario hizo varias conexiones con el aeropuerto de Torrejón, lugar donde se ha instalado un campamento provisional que atenderá las primeras necesidades de los refugiados afganos, previa identificación.
El informativo de Franganillo conectó varias veces a lo largo del espacio con su corresponsal en la base madrileña, ofreciendo así un éxito del Gobierno en la evacuación de aquellos que colaboraron con las tropas y las instituciones españolas a pesar de la inacción y la aparente despreocupación del jefe del Ejecutivo.
Franganillo y TVE también le dieron mucho bombo al hecho de que en el avión viajaba la capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, Nilofar Bayat, lo que aumenta la labor humanitaria de nuestro país, que siempre vende bien.
En los reportajes locutados, Televisión Española se afanó en resaltar las palabras del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, de que España «no iba a dejar a nadie atrás».
A la oposición solo le cayó en gracia unos breves segundos para José Luis Martínez-Almeida, portavoz nacional del PP, hablando de la desaparición de Pedro Sánchez.
A su razonamiento le siguió la contrarréplica del propio Albares, asegurando que Sánchez había «liderado» la gestión de la crisis afgana. «No se me ocurre que haya en estos momentos ningún español ni ninguna fuerza política que critique el despliegue del Gobierno en la evacuación de los refugiados de Afganistán», finalizó, sembrando un manto de sospecha sobre el papel de la oposición por si acaso se le ocurría ejercer como tal.
