La política española ha conocido semanas de vértigo, pero pocas veces dos empresarios —Víctor Aldama y Javier Hidalgo— han amenazado tanto la estabilidad de un presidente como ahora a Pedro Sánchez.
No se trata ya solo de la presión parlamentaria o del empuje electoral de Alberto Núñez Feijóo, sino de un frente judicial donde cada declaración puede equivaler a un misil hipersónico capaz de poner contra las cuerdas al jefe del Ejecutivo y, de paso, a buena parte del socialismo gobernante.
La figura de Víctor Aldama, un comisionista con más vidas que un gato, ha dejado de ser la sombra discreta en la trastienda del poder para convertirse en protagonista absoluto del caso Koldo y del escándalo del rescate público a Air Europa.
Tras salir de prisión en noviembre de 2024, Aldama se comprometió a tirar de la manta, y desde entonces sus aportaciones han sido dinamita pura: contratos opacos, audios comprometedores y hasta detalles escabrosos sobre los pisos para «señoritas» supuestamente usados por figuras destacadas del PSOE.
Entre sus ‘bombas’ más mediáticas destaca el relato sobre el contrato de VillaDelcy, el manuscrito con supuestas obras amañadas y, sobre todo, los detalles de cómo algunos exministros y asesores socialistas gestionaron —o más bien, manipularon— ayudas millonarias en plena pandemia. Según consta en diligencias judiciales, Aldama llegó a decirle al CEO de Air Europa: «Déjame ayudarte, puedo resolver esta situación, confía en mí… Yo me encargo del resto con los ministros y sacamos esta mierda adelante». El tono no es precisamente el de un simple intermediario: parece más bien el de alguien que se siente dueño del proceso.
Aldama incluso admitió haber presionado duramente al propio Koldo García, mano derecha de Ábalos: «Me he cagado en su puta madre, porque ya está bien de que nos tomen el pelo… Ya le he dicho que arregla esto o se ha acabado todo». Las conversaciones filtradas por la Guardia Civil dibujan una red donde la presión era moneda común y la sensación general era que el rescate debía salir adelante costase lo que costase.
Javier Hidalgo y Begoña Gómez: llamadas incómodas y conexiones peligrosas
El papel de Javier Hidalgo, CEO de Globalia (matriz de Air Europa), es igualmente decisivo. En septiembre de 2020, cuando el rescate aún pendía de un hilo, Hidalgo —desesperado— recurrió a lo más alto: según constan en autos e informes policiales, habría llamado directamente a Begoña Gómez, esposa del presidente. La relación entre ambos no era circunstancial: hay constancia judicializada de viajes conjuntos —incluida una misteriosa noche en Moscú— y gestiones para lograr apoyos a la aerolínea.
Los mensajes reflejan la ansiedad creciente. «Está jodido el tema… Javier Hidalgo se está buscando la vida y acaba de llamar a Begoña», informó Aldama a Koldo García en uno de los momentos críticos. La Guardia Civil considera probado que esa llamada fue un intento desesperado por desbloquear los 475 millones públicos que finalmente recibió Air Europa.
La conexión entre Begoña Gómez y la cúpula turística va más allá. Según consta en la investigación, gracias a los buenos oficios de Hidalgo, la esposa del presidente consiguió ser invitada a varios certámenes internacionales organizados por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y medió en operaciones tan singulares como la cesión durante 75 años de un inmueble público muy valorado en pleno Paseo de la Castellana.
El peligroso juego judicial: jueces bajo presión
La investigación sobre el rescate ha llegado ya al Tribunal Supremo. El magistrado Leopoldo Puente ha citado a varios testigos clave mientras los informes policiales siguen desgranando detalles incómodos para Moncloa. La querella interpuesta por VOX contra Begoña Gómez por malversación sigue su curso tras ser remitida al juez Peinado.
No menos relevante es el papel desempeñado por el fiscal Luzón, quien ha mantenido la independencia frente a las presiones internas y externas. Luzón facilitó que Aldama aportara pruebas cruciales como los contratos sospechosos o las reuniones entre Sánchez, Begoña Gómez y altos ejecutivos turísticos durante las negociaciones para salvar Air Europa.
¿El final político antes que electoral?
Frente a esta tormenta judicial, algunos analistas sugieren que Sánchez podría verse obligado a dar explicaciones mucho antes de una hipotética victoria electoral del PP. Si Aldama sigue lanzando ‘misiles’ —como amenazó públicamente— o si Hidalgo decide contar con detalle sus conversaciones con «la catedrática», las consecuencias pueden ser devastadoras para el socialismo gobernante.
No faltan quienes especulan ya con un escenario inédito: que sea una sentencia o una instrucción judicial demoledora —y no una derrota ante Feijóo— la que precipite el relevo en La Moncloa.
Apuntes curiosos y datos llamativos
- Víctor Aldama firmó su primer contrato como asesor externo para Air Europa justo cinco meses antes del estado de alarma por COVID-19.
- Según archivos policiales, llegó a ingresar seis millones solo con negocios vinculados al suministro sanitario durante la pandemia.
- En los mensajes intervenidos por la UCO abundan expresiones coloquiales nada propias del lenguaje institucional: desde «estoy hasta el nabo» hasta «esta mierda sale adelante».
- Begoña Gómez compartió hotel con Javier Hidalgo y Aldama durante un viaje a Moscú cuya agenda aún no ha sido aclarada oficialmente.
- El inmueble cedido por 75 años a la OMT está valorado en decenas de millones; fue uno de los movimientos urbanísticos más llamativos del último quinquenio.
Mientras tanto, Sánchez intenta mantener el tipo con gestos políticos y maniobras parlamentarias. Pero nadie duda ya en Madrid que su futuro puede depender más del próximo auto judicial… o incluso del próximo audio filtrado.