Han cambiado los tiempos y las caras. Y con elecciones en cadena, a la vuelta de la esquina, hay partidos a los que a día de hoy no les llega la camisa al cuello.
Por mucho que siempre recurran a la manida frase de ‘sólo son encuestas‘. En este caso hablamos de la del CIS, que por su tamaño, tradición y solera tiene un peso muy especial.
El Barómetro postelectoral del CIS en Cataluña, elaborado a partir de 2.450 entrevistas realizadas entre el 28 de diciembre de 2017 y el 25 de enero de 2018, certifica -por ejemplo- que los partidarios de un Estado en el que se reconozca a las comunidades autónomas la posibilidad de alcanzar la independencia cayó, entre finales de diciembre y durante el mes de enero de este año, al 36,4% en Cataluña.
Es el dato más relevante de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), pero no el único.
Inés Arrimadas no es sólo la candidata mejor valorada entre los electores del PP, pues la puntúan con un 7,88 puntos, una nota casi tan alta como la que le dan los votantes de Ciudadanos, sino la que quita votantes en masa a todos los demás, especialmente en el PSOE y el PP.
Entre los votantes socialistas, un 57% de quienes apoyaron a Pedro Sánchez en 2016 repitieron con Miquel Iceta el 21 de diciembre de 2017, pero un 20,7% cambió de papeleta y prefirió apoyar a Ciudadanos, que con esos trasvases finalmente fue quien ganó las elecciones autonómicas.
En cuanto a la valoración de líderes, el socialista Miquel Iceta recibe una calificación de 6,29 puntos de sus votantes, que también otorgan buena nota a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas: 5,34 puntos.
Se aprecian también trasvases entre los votantes de En Comú Podem, que ganaron las generales en Cataluña en 2016 y que en cambio sufrieron un severo retroceso en las elecciones catalanas del pasado 21 de diciembre, pese a presentar el mismo cabeza de lista: Xavier Domènech. Y es que, según la encuesta, el 21,7% de sus votantes de 2016 se pasaron a Esquerra Republicana (ERC) el 21 de diciembre y un 11% apostaron por la CUP, según recoge ESdiario
En las filas de los partidos independentistas se observa un trasvase de ERC a la lista de Junts per Catalunya que encabezó Carles Puigdemont: un 23,4% de quienes apoyaron a Joan Tardà y Gabriel Rufián en 2016 prefirieron votar a la coalición del PDeCAT en las autonómicas del pasado diciembre, lo que contribuyó a poner por delante a JxCat.
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