MADRID, 23 (OTR/PRESS)
La incertidumbre sigue planeando sobre los mercados de acciones. En España, el Ibex acabó la semana con ganancias superiores al 3,5 por ciento y se mantiene en positivo aunque por la mínima en lo que va de año. Las dudas sobre la situación de la economía real no se disipan. Incluso podría decirse que aumentan después de que las agencias de calificación advirtieran tanto a Estados Unidos como a Gran Bretaña de una posible bajada de su rating. La libra y el dólar han sufrido extremadamente.
También pende sobre el sistema bancario español una posible alerta. Esta va a ser sin duda la asignatura a la que deberíamos dedicar mucho tiempo en los próximos días, aunque ni el Gobierno ni el Banco de España acaben de concretar nada. La morosidad está erosionando enormemente las cuentas de resultados y no se debería esperar más. Los brotes verdes que muchos quieren ver no acaban de confirmarse en datos reales.
En nuestro país, se han sumado a esta teoría el flamante secretario de estado de Economía y el presidente de la patronal. La realidad es que el PIB se ha caído un 3 por ciento, una tasa histórica, y que las cifras del turismo, de la inversión y del consumo son muy preocupantes. El razonamiento se apoya en que algunos indicadores están cayendo a menor ritmo, lo cual parece lógico ya que sería imposible seguir haciéndolo a ritmos similares a los del último trimestre. De ahí a ver una recuperación estamos lejos, desgraciadamente.
El Gobierno debería saber ya a estas alturas lo que se puede hacer y lo que no se debe hacer y, desde luego, la marcha atrás en las medidas anunciadas en el debate sobre el estado de la nación y la sensación de improvisación no hacen más que generar desconfianza, lo que menos necesita la economía en estos momentos. No se quieren acometer reformas serias y profundas, se deja al diálogo social que, por otra parte, tampoco avanza. Lo único que da respiro en la bolsa son las televisiones ayudadas por la luz verde que el Gobierno ha dado a las fusiones. Todas las bodas son posibles. Se habla mucho de colaboración entre Telecinco y Antena 3 y por supuesto entre Cuatro y La Sexta. Podemos entretenernos en estos asuntos, pero el paro no nos da un respiro y el cierre de empresas tampoco. Esta es, hoy por hoy, la realidad de un país con un Gobierno que asiste al deterioro con prepotencia y sin escuchar a los expertos. ¡Qué Dios nos coja confesados!
CARMEN TOMAS
