La Complutense regala a la mujer del líder del PSOE la dirección de una nueva cátedra

Todos los españoles están mucho peor que hace 2 años, excepto la mujer, amigos y compinches de Sánchez

Begoña Gómez dirigirá un curso a 7.000 € por alumno

Todos los españoles están mucho peor que hace 2 años, excepto la mujer, amigos y compinches de Sánchez
Pedro Sánchez y Begoña Gómez. PD

En cualquier otro país desarrollados, cuando se aproximan elecciones una pregunta obligada, que se hace a los ciudadanos y que suele ser determinante en el resultado que aflora de las urnas, es si están mejor o peor que cuando los gobernantes de turno llegaron al poder.

El socialista Pedro Sánchez lleva exactamente 2 años, 4 meses, y 29 días como presidente del Gobierno y si se pregunta a los españoles si están ahora mejor o peor que cuando el líder del PSOE empezó a dormir en La Moncloa, la respuesta sería sin duda un rotundo ‘peor’.

Con excepciones, porque en estos aciagos 882 días en que Sánchez ha chalaneado con golpistas catalanes o terroristas vascos y ha incumplido casi todas las promesas que hizo en su momento, hay unos cuantos que han mejorado espectacularmente tanto en nivel de vida, como ingresos o privilegios.

No nos referimos sólo a todos esos amigos del instituto a los que Sánchez ha colocado como asesores o expertos, a los que se refería este 30 de octubre de 2020 el periodista Chicote en ABC.

O a socios como Pablo Iglesias, que se ha ido con su consorte ministra de un modesto piso de Vallecas a una mansión de la sierra madrileña.

Ni siquiera a todos esos ministros que han visto cómo, en medio de la pandemia y mientras millones de españoles se van al paro o a la ruina, les suben otra vez el sueldo.

Hablamos también de Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, quien dirigirá la nueva Cátedra Extraordinaria sobre Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense.

Cargo que, como revela Fernán González en OKdiario este 31 de octubre, compatibilizará con la dirección de varios máster y el África Center del Instituto de Empresa.

El ascenso profesional de Begoña Gómez se produjo nada más llegar su marido a La Moncloa.

Su carrera es meteórica y acumula tantas direcciones de máster que, salvo que esté dotada del don de la ubicuidad, parece imposible que dé abasto.

Casualmente, sus máster se dirigen a alumnos con titulación universitaria, algo de lo que ella carece.

Curioso dato que revela que a los alumnos les exigen mejor curriculum que a la propia directora de los cursos.

Tal vez tenga algo que ver el hecho de que detrás de los mismos se encuentren instituciones públicas dependientes del Gobierno: el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas; el Consejo Superior de Investigaciones Científicas; el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria y la Agencia Estatal de Meteorología.

Los tres primeros dependientes del Ministerio de Ciencia de Pedro Duque y el último de la Vicepresidencia cuarta de Pedro Sánchez, que comanda Teresa Ribera, sobre Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Por decirlo de forma más clara: todos ellos dependen de su marido.

No se trata de cuestionar la valía profesional de Begoña Gómez, sino de subrayar un dato incuestionable.

Su proyección laboral coincide con la llegada al poder de su esposo. De ahí que sea legítimo apuntar que su ascenso va vinculado directamente al ascenso político de su marido.

Sin rodeos: estamos ante un caso de nepotismo de libro.

¿Qué habría dicho la izquierda y sus terminales mediáticas si la mujer de Mariano Rajoy se hubiera dedicado a acumular direcciones de cátedra y de máster en universidades públicas?

Lo de Begoña Gómez no tiene un pase y es ética y estéticamente inaceptable, pero como el socialcomunismo tiene bula pocos se harán eco del escándalo.

Como alerta OKdiario, algunos nos tacharán de machistas. Es lo fácil.

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