Mucho nos tememos que nuestra querida España sea la nueva Torre de Babel, que según el relato bíblico quedó inacabada por la confusión de lenguas impuesta como castigo divino al creciente orgullo de las personas. En el tarot, la baraja usada para consultar e interpretar hechos futuros, el arcano de la torre predice caos e inestabilidad.
Aunque nuestro país tiene oficialmente, hasta ahora, una lengua común, cada vez con mayor frecuencia es más difícil entenderse con ella en todas las partes del mismo. El orgullo de muchas personas les lleva a tratar de imponer la particular de su zona como única, y el que no la entienda que se aguante.
Nuestro Senado ya ha tomado la iniciativa para que todas las lenguas tengan el mismo rango que el español, y se utilicen en el mismo todas ellas, lo cual implicará que haya un grupo de traductores que pagaremos todos los españoles, lo que dada la bonanza económica de esos tiempos no debe preocuparnos. Para no perder comba, los partidos separatistas, que siempre están ojo avizor, ya han presentado una propuesta similar en el Congreso.
¿Qué va a producir esa medida? Como predice el arcano, caos e inestabilidad, en los que se está sumergiendo a pasos agigantados nuestro país.
“Cum fraude” ha dicho en la ONU que “la democracia está amenazada” y debemos defenderla “como única alternativa frente a cualquier deriva totalitaria, excluyente e intolerante” No le entendemos, pues lo que se proyecta hacer con las lenguas, y él calla, reúne las tres características condenadas.
Los problemas cada vez son mayores, mientras que el presidente del desgobierno nos consuela con sus desatinos. Hablando del precio de la luz nos advierte que “creo que entre todos tenemos que hacer la pedagogía de que la luz no la pagamos todos los días, la pagamos al mes” Hablando claro hay que echarle cara, sobre todo teniendo en cuenta que a él se la pagamos nosotros.
Reconocemos que tiene razón cuando dice que la democracia está amenazada, pero ¿quién la amenaza? Parece ser que se va a penalizar a los grupos que, en las proximidades de las clínicas abortistas (que son un negocio fabuloso), informen a las mujeres que lo deseen, de las posibles alternativas. ¿Donde está la libertad? Una preclara ministra del anterior gobierno socialista ya nos informó de que un feto es un ser vivo pero no humano, por lo que tenemos la duda de si es un animal o una planta. Aún en estos supuestos no entendemos como se le puede asesinar libremente, incluso pagándolo el Estado, es decir, todos nosotros, y sin embargo se ha penalizado con multas de hasta dos millones y cárcel hasta dos años, el matar a un lobo, que es una animal salvaje y peligroso. Quizás un feto sea un ser extraterrestre.
Otro ejemplo de su democracia, la del desgobierno, es que a la última sesión de control al mismo en el Congreso solo han asistido siete de los veintitrés miembros que lo componen. ¿Tenían asuntos mucho más importantísimos que resolver? En un gobierno serio, es una obligación ineludible que el mismo de cuenta de sus actuaciones a los representantes del pueblo. Pedírselo al que tenemos es como pedir peras al olmo.
La democracia implica igualdad. En este país, que es ejemplo de la misma, si un diputado de la oposición llama “bruja” a una diputada del desgobierno, se le expulsa de la sala. Como hay igualdad, un diputado de este último puede calificar de “fascista”, “indigno y hooligan”, “delincuente potencial”, “pija y mala persona” a quien quiere y no pasa nada.
Para completar el panorama, en una ciudad española dejará de ser festivo el día de la misma, para considerar como tal dos fiestas musulmanas.
Es evidente, la España de Babel crece.
