LA JURISTA VALERIE OYARZUN FONTANET ESCRIBE EL SIGUIENTE ARTÍCULO, EN DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS CIUDADANOS, ANTE LA PRESIÓN POLÍTICO-SANITARIA CON EL PROGRAMA DE «VACUNACIÓN OBLIGATORIA ENCUBIERTA», QUE DISCRIMINA Y EXTORSIONA A QUIENES, EN EL EJERCICIO DE SU LIBERTAD, OPTAN POR NO VACUNARSE. A CONTINUACIÓN, SU TEXTO ÍNTEGRO:
«Si no fuera por la gravedad de los hechos y de las circunstancias que nos toca vivir, el pase covid 2021 se ha convertido en el documento maquiavélico de moda. Maquiavélico se considera al que actúa con engaño y mala intención para obtener un fin. Actualmente ante el intento de implementación del pase-covid, en sus tres modalidades (certificado de vacunación, certificado de prueba diagnóstica, certificado de recuperación) no puede descartarse que responda a intenciones perniciosas, destinadas a doblegar la voluntad de los ciudadanos para someterse a un experimento humano/ensayo clínico (vacunación-covid-19 ), exigiendo coactivamente en términos imperativos estar en posesión del mismo para no ver restringida la libertad de circulación y libre acceso a locales y establecimientos.
La última manifestación en este sentido viene recogida expresamente en la “RESOLUCIÓN SLT/3450/2021, de 17 de noviembre, por la que se establecen las medidas en materia de salud pública para la contención del brote epidémico de la pandemia de COVID-19 en el territorio de Cataluña”. En la misma se dice literalmente;
«El acceso a los locales y establecimientos requiere la presentación de un certificado, emitido por un servicio público de salud, que acredite alguna de las siguientes circunstancias:
a) Que a la persona titular se le ha administrado la pauta vacunal completa contra la COVID-19 de alguna de las vacunas autorizadas (certificado de vacunación).
b) Que la persona titular dispone de una prueba diagnóstica negativa en relación con la COVID-19 realizada en las últimas 72 horas en el caso de las pruebas RT-PCR, y en las últimas 48 horas en el caso de los tests de antígenos (certificado de prueba diagnóstica).
c) Que la persona titular se ha recuperado de la COVID-19 en los últimos seis meses después de un resultado positivo obtenido mediante una prueba diagnóstica considerada válida por la autoridad competente (certificado de recuperación).
La persona que quiera acceder a estos establecimientos y locales tiene que presentar cualquiera de los certificados previstos»
Dicha disposición, con postulados imperativos, es contraria a la Resolución 2361 (2021) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, sobre “Vacuna contra la covid-19: consideraciones éticas, jurídicas y prácticas”, según la cual:
Los estados miembros de la Unión Europea debían
“7.3.1.- asegurar que los ciudadanos y ciudadanas estén informados de que la vacunación NO es obligatoria y que nadie padezca presiones políticas, sociales u otras para ser vacunado, si no desea hacerlo personalmente.
“7.3.2.- Velar que nadie sea víctima de discriminación por no haber sido vacunado, por razón de riesgo potencial para la salud o por no querer ser vacunado”.
« 7.5.2.- Utilizar certificados de vacunación solo para el propósito designado de monitorear la eficacia de la vacuna, los posibles efectos secundarios y los eventos adversos”.
Respecto del apartado «a) Que a la persona titular se le ha administrado la pauta vacunal completa contra la COVID-19 de alguna de las vacunas autorizadas (certificado de vacunación)”, se deberían tener en cuenta las siguientes consideraciones:
Se requiere «la pauta vacunal completa», la cual es indeterminada, pues habría que estar a la que se considere como tal en cada momento (tercera, cuarta…) produciendo inseguridad jurídica, por lo que solo aquellos que estuvieran al día de las dosis del momento se les concedería el certificado de vacunación, lo que supondría una clientelización a un producto experimental, presionando a ser vacunados de forma indefinida para no ser discriminados en el acceso a locales y servicios. En definitiva, se estaría coaccionando a los ciudadanos a someterse a un ensayo clínico usando» presiones políticas, sociales u otras» contraviniendo las consideraciones éticas y jurídicas de la citada Resolución 2361 (2021) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
Si este aspecto es ya suficientemente revelador sobre el carácter maquiavélico del pase-covid, no debe despreciarse la ironía del mismo, en cuanto pudiera considerarse como «Licencia para Contagiar» en base a los informes científicos publicados y, en gran medida, desconocidos por el público.
Así, un artículo preimpreso del prestigioso Grupo de Investigación Clínica de la Universidad de Oxford, reconoce que los trabajadores sanitarios estudiados, totalmente vacunados, tenían una carga viral 251 veces mayor, convirtiéndoles potencialmente en supercontagiadores presintomáticos. Los científicos estudiaron a los trabajadores sanitarios que no pudieron abandonar el hospital durante dos semanas. Los datos mostraron que los trabajadores totalmente vacunados, unos dos meses después de la inyección con la vacuna, adquirían, portaban y presumiblemente transmitían la variante Delta a sus compañeros vacunados. Fue publicado el 10 de agosto de 2021 en la revista The Lancet, “Transmission of SARS-CoV-2 Delta Variant Among Vaccinated Healthcare Workers, Vietnam” de, Nguyen Van Vinh Chau. “Transmisión de la variante delta del SARS-CoV-2 entre trabajadores sanitarios vacunados, Vietnam”. https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3897733. -La RESOLUCIÓN SLT/3450/2021, de 17 de noviembre, dice: “Las tres circunstancias (idoneidad, necesidad y proporcionalidad de la medida) que, si se acreditan, tienen que permitir el acceso a las actividades de ocio y asimiladas (celebraciones y actos sociales con baile) responden al objetivo común de reducir el riesgo de que una persona infectada entre en contacto con otras no infectadas y no protegidas y les pueda transmitir la infección. Parece pues que no solo es imposible cumplir el objetivo pretendido, sino que se conseguiría todo lo contrario, pues si los vacunados con pauta completa son potencialmente supercontagiadores presintomáticos, según el informe de la Universidad de Oxford, constituirían un riesgo para los otros vacunados y para los no vacunados. Para los propios vacunados en mayor medida, por cuanto según informes científicos, su sistema inmunitario estaría afectado por las propias vacunas, lo cual no ocurriría en los no vacunados al conservar su sistema inmunológico: .- Los anticuerpos preexistentes contra los coronavirus humanos proporcionarían inmunidad protectora contra COVID-19. Un estudio de mayo de 2021,”Seven-month kinetics of SARS-CoV-2 antibodies and role of pre-existing antibodies to human coronaviruses”, Cinética de siete meses de los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 y función de los anticuerpos preexistentes contra los coronavirus humanos reconoce que los anticuerpos preexistentes contra los coronavirus humanos proporcionarían inmunidad protectora contra COVID-19.
https://www.nature.com/articles/s41467-021-24979-9.pdf
.- La inmunidad natural es más efectiva que la inducida por vacuna. “Este estudio demostró que la inmunidad natural confiere una protección más duradera y más fuerte contra la infección, la enfermedad sintomática y la hospitalización causada por la variante Delta del SARS-CoV-2, en comparación con la inmunidad inducida por la vacuna de dos dosis BNT162b2”. Publicado el 25 de agosto de 2021 en la revista Medrxiv Comparing SARS-CoV-2 natural immunity to vaccine-induced immunity: reinfections versus breakthrough infections”. https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2021.08.24.21262415v1
– “Las últimas cifras del Informe de Vigilancia de Vacunas del Reino Unido sobre los casos de Covid-19 muestran que la población vacunada de 40 a 70 años ha perdido el 40% de la capacidad del sistema inmunitario. El sistema inmunitario se está debilitando un 5% por semana. Si esta tendencia continúa, las personas de 30-50 años tendrán una degradación del sistema inmunitario del 100% y permanecerán sin defensas víricas para cuando llegue la Navidad. «negativa.»https://thetruedefender.com/government-reports-state-the-fully-vaccinated-people-develop-acquired-immunodeficiency-syndrome/
– «El ADN o el ARN, independientemente del método de administración, pueden empeorar la enfermedad COVID-19 a través de la mejora dependiente de anticuerpos (ADE)», «por lo que las vacunas tienden a provocar una enfermedad peor, en lugar de mejorar la inmunidad de la persona contra la infección; en realidad lo que mejora es la capacidad del virus para ingresar e infectar a las células, lo que causa una enfermedad más grave”. Publicado el 4 de diciembre de 2020 por el NIH (National Institute of Health en EEUU). “Informed consent disclosure to vaccine trial subjects of risk of COVID-19 vaccines worsening clinical disease”, Timothy Cardozo , Ronald Veazey. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33113270/ Entonces, resultaría que los no vacunados con preservación de su sistema inmunitario no constituirían ningún peligro ni para sí mismos ni para el resto de la población, constituyendo el pase covid una vulneración sin fundamento de sus derechos y libertades, frente a la concesión de una “licencia para contagiar” a los supuestamente supercontagiadores con absoluta libertad de circulación. La falta de coherencia y la discriminación serían evidentes.
Por tanto, en base a la información publicada, se incumplirían las tres circunstancias de idoneidad, necesidad y proporcionalidad de la medida que se pretende implementar, por cuanto difícilmente es idóneo, necesario y proporcional conferir privilegios de acceso a los supuestos supercontagiadores y vulneración de derechos a inmunes naturales».