Ni media palabra sobre el escrache sufrido en Granada.
La servil periodista, siempre atenta a salvarle la cara a Pedro Sánchez, se marca una tribuna llena de envidia y demostrando que no digiere el poder de convocatoria y el don de gentes de la que fuera mano derecha de Santiago Abascal.
Para comenzar las andanadas de Méndez contra Olona, recuerda en primer lugar el revés que se llevó en las urnas el 19 de junio de 2022:
Macarena Olona, que era abogada del Estado, ha sido engullida por Macarena Olona, influencer, caminante y salvadora de España. Macarena Olona es lo que internet dice que es. La identidad autocumplida de Macarena Olona está en sus redes sociales y en el encendido entusiasmo de sus seguidores que, por desgracia para ella, no se correspondió con el entusiasmo más bien descriptible de los andaluces. Macarena Olona creyó que era Macarena Olona y los andaluces le respondieron en las urnas que su popularidad mediática en el universo de VOX no era suficiente para confiarle el voto.
A renglón seguido intenta desacreditar su poder de atracción y de llenar recintos:
Pero ella no se rinde ante el fracaso. Su identidad personal ya se ha independizado de ella misma. Desde que nació en la tribuna del Congreso, Macarena Olona pertenece a los suyos, sin saber muy bien quiénes y cuántos son los suyos.
Según Méndez, Olona ha pasado de ser una abogada del Estado a convertirse en una especie de influencer y asegura que la ex de VOX no quiere volver a esa vida alejada de los focos:
Su identidad autocumplida de influencer le impide volver a la identidad anterior –menos vistosa– de abogada del Estado. Ya no puede vivir fuera de los focos, de las fotos, de los besos y abrazos de quienes caminan con ella. Macarena Olona no quiere dejar de ser Macarena Olona. Las redes y los medios la quieren, la sacan, la miman, ponderan su estilo fresco y desinhibido, sus modelos, sus camisetas de la España roja y gualda, sus pulseras, su forma de bailar o de imponer las manos.
Y para finalizar, considera que la excandidata a la Junta de Andalucía está desnortada y que se dedica a socavar el terreno al que fuera su jefe en VOX:
Macarena Olona es una víctima del espejismo digital. Camina por España perdida en su laberinto de identidad, pero –eso sí– ha dejado a Santiago Abascal sin palabras.