I
El jurar el cargo “por mi conciencia y honor”,
Si una no se tiene y el otro es un bulo,
Estamos ante un acto, dicho para esplendor
De las mentes obtusas, esencialmente nulo,
Y, de no ser así, da pena y causa estupor…
En el caso que nos ocupa, no acumulo
Más sumas cum fraude, pues las conoce el lector,
Y para llamarse andanas, ya hay que ser mulo…
Aunque me duela, le iré zurrando la badana,
Y del Gobierno hablaré la próxima semana;
Reacio a las loas, si tuviera la ocasión
De escribirle una por su buen hacer, sería
Una gran alegría, dada mi propensión
A no hablar bien de nadie… La gran carestía
Que tengo, tanto del fraude como de la adulación,
Me tiene el bolígrafo en perpetua sequía;
Un elogio pues a quien se pone el calzón
De la mentira por montera, cuajo tendría…
Decir cuánto he dicho, no es que me mola,
Es que me da que una vez más he dado pie con bola.
II
Sigue con tu “derecho” por el camino
De la ignominia, que a mí tus leyes,
A mis años, me importan un comino;
En mi casa de campo con mis bueyes,
Dicho poéticamente con mis versos,
Vivo mejor que antes vivían los Reyes,
Que a éstos hoy les corren tiempos adversos,
Porque la Política está llena
De Políticos, que son tan perversos,
Que mejor que estuvieran en la trena;
Visto el panorama que nos rodea,
Solo “podemos” exclamar: ¡qué pena!;
Como no se enmienden en la tarea,
Que tienen en mantener el Gobierno,
Fijo que nos toca bailar con la más fea;
Si el tal Sánchez se hace eterno,
Tendremos que hacerlo sin remedio,
Aunque otra vez nos vayamos al cuerno;
Tiempos muy duros, cuando no de tedio,
De darnos hostias más que un cura beodo
Vienen, si no se les quita de en medio,
Pues que, de seguir haciéndose codo
Con codo la puñeta, y no haya modo
De cambiar de aires, además de lodo,
Aquí, amigo, … ¡puede llover de todo!.