Este domingo 20 abril 2014 Carmen Rigalt titula El hombre que se cansó de recordar su Testigo impertinente de la contraportada de El Mundo.
Sabía que me iba a tocar a mí. Lo sabía. La noticia más importante de los últimos días ha sido la muerte de García Marquez, ocurrida en México D.F. Fue tal su impacto que la actualidad se paró en seco y por no haber, no hubo ni noticias. Hoy sus cenizas reciben los primeros homenajes. Es la hora del mito.
Añade:
En 1969 leí Cien años de soledad, que precipitó una catarsis del tamaño de un tsunami. Ya nada volvió a ser igual. El libro me acompañó (y sigue acompañándome): el mismo ejemplar, aquella portada de Edasa tantas veces reconocida, y al final, una sacudida íntima, como si la novela hubiera sido escrita para mí. Milagros de la literatura.
Y concluye:
Tenía 19 años y nunca había perseguido a un actor de culto o a un cantante guaperas, y aunque vivía de cerca los estragos causados por la beatlemanía, no acumulaba la suficiente pasión como para enrolarme en un club de fans. Todo es cuestión de fe. A Gabo le debo la fe que no me asistió con los ídolos del rock. Fue la primera persona de la que deseé tener su firma dedicada, y no cesé hasta conseguirla.