El periodista y analista político de El Mundo Nacho Torreblanca se fija este 22 de febrero de 2020 en la situación de Ciudadanos y como ante la llegada de las próximas elecciones autonómicas, vascas y gallegas el 5 de abril de 2020 y, posteriormente, las catalanas, que aún no tiene fecha, la formación naranja está dando tumbos con la alianza electoral suscrita con el PP:
Aquí nos presentamos solos porque somos fuertes. Allí somos débiles, así que vamos en coalición con el PP pero con nuestras siglas. Más allá somos débiles los dos, luego creamos una marca nueva. Esta estrategia, que toma decisiones caso por caso según dicte el territorio y contexto electoral, seguramente refleja el consejo de los expertos una vez examinados los resultados de elecciones anteriores y evaluado lo que dicen los sondeos. Pero la suma de estas decisiones tácticas no solo revela la ausencia de una estrategia a largo plazo, sino que puede volverse contra el partido ya que desdibuja la marca y siembra la duda entre los votantes acerca del valor del voto.
El articulista se pregunta para qué sirve realmente la fuerza que, de momento, lidera Inés Arrimadas a la espera de que se produzca el gran cónclave de Ciudadanos:
La cuestión es para qué sirve hoy Ciudadanos. En el pasado, esta pregunta tenía múltiples respuestas. Para unos, la formación simbolizaba la resistencia a la hegemonía del nacionalismo catalán y, por extensión, una herramienta con la que romper la dinámica de pactos del PSOE y PP con los nacionalistas, que consideraban lesivos para la igualdad entre territorios y ciudadanos. Otros, por el contrario, utilizaban su voto a Ciudadanos para introducir un elemento de regeneración democrática en el sistema político, especialmente en lo referente a la corrupción y el anquilosamiento de los partidos tradicionales.
Añade que:
También estaban los que se querían llevar al PP hacia el centro liberal y, simétricamente, los que consideraban prioritario que el PSOE no se escorara hacia la izquierda ni cayera en la tentación de compensar su debilidad pactando con Podemos y/o los nacionalistas. De la misma manera, había quienes apreciaban el carácter innovador de las propuestas políticas de Cs, más técnicas y orientadas a los resultados que a la satisfacción de clichés ideológicos y, también, quienes se veían reflejados en la juventud y trayectorias profesionales de sus líderes.
LA ERRÓNEA MEDIDA DE ALBERT RIVERA
Y asegura que el partido antaño encabezado por Albert Rivera cayó en la irrelevancia por mor de sus erróneas decisiones:
Sin embargo, como resultado de las desastrosas decisiones adoptadas a lo largo del año pasado, especialmente en lo relativo a su rígida política de alianzas y su decisión de hacer un cordón sanitario al PSOE, incluso al precio de aceptar pactos encubiertos y apoyos de Vox, la propuesta de Ciudadanos a sus votantes se reduce a un único punto: evitar que gobierne el PSOE. Pero esa propuesta desplaza el foco hacia el PP, que es mucho más útil para esa tarea, y diluye el proyecto original de Cs. El partido naranja nació como bisagra, pero se convirtió en trinchera. Y en esa trinchera, su papel es auxiliar. Porque para ser bisagra se necesitan unos pocos goznes bien engrasados, pero para ser trinchera se necesita una fuerza bruta que Cs no tiene.
