Hay quien ya le llama ‘PinochIlla’.
Y no les falta razón porque Salvador Illa, ya en la práctica exministro de Sanidad del Gobierno de España, ha mentido en la cara de los españoles sin asomo de ponerse mínimamente colorado.
En menos de 24 horas pasó de decir un 29 de diciembre de 2020 que el candidato a las elecciones catalanas por el PSC-PSOE sería Miquel Iceta a ser el propio titular de la cartera sanitaria un 30 de diciembre de 2020 el que ocuparía esa candidatura.
Pero es más. Poco a poco se va confirmando lo ya adelantado hace meses por Periodista Digital de que Salvador Illa estaba utilizando la pandemia por coronavirus para promocionarse de cara a esos comicios en Cataluña.
De ahí su guerra especialmente contra la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso que tuvo sus tiranteces durante el proceso tildado cursi y pomposamente desde Moncloa como la desescalada y que se recrudeció a la vuelta del verano de 2020, cuando Sanidad, desoyendo a los expertos de la sanidad madrileña, impuso por sus reales decretos el cierre de la Comunidad de Madrid cuando otras regiones como Navarra presentaban registros peores.
Luis Ventoso, en su tribuna de ABC, tiene claro que Salvador Illa ha usado esta crisis sanitaria para darse bombo y platillo electoral:
La razón por la que Sánchez lo hizo ministro no fue para que se ocupase de la sanidad, materia de la que nada sabía este filósofo, de profesión apparatchik del PSC. Lo eligió para que operase como embajador monclovita para temas catalanes. Haber utilizado como plataforma electoral una crisis en la que han muerto 77.600 españoles, que haya dedicado parte de su tiempo a preparar los comicios catalanes mientras el Covid nos acorralaba, me parece una obscenidad.
El editorial de ABC considera que Pedro Sánchez apuesta por Salvador Illa en Cataluña por la creencia de que el hasta ahora ministro de Sanidad lo ha hecho de perlas en la gestión de la pandemia por el coronavirus:
Probablemente Sánchez, quien supedita todo al tacticismo y al rédito electoral, crea que Illa se ha convertido en un ministro altamente acreditado que ha lidiado con éxito una tragedia inédita, y que con él como cabeza de cartel electoral el PSC mejorará en las urnas.
El editorial de El Mundo tiene claro que Illa, mediante la interposición de Pedro Sánchez, ha usado el Ministerio de Sanidad y el Covid-19 para su promoción como cartel electoral para el 14-F de 2021 en Cataluña:
Cuando se declaró la pandemia, Salvador Illa reveló pronto su incompetencia en la materia, pero daba bien en televisión y eso era suficiente para el verdadero objetivo: fomentar su popularidad con vistas a su propósito final de candidato a la Generalitat de Cataluña. Aceptó su papel de ariete político contra Ayuso, llegando incluso a aplicar un estado de alarma localizado únicamente en Madrid, cuando la curva de la segunda ola ya había empezado a bajar y cuando las medidas particulares adoptadas por Ayuso terminaron surtiendo efecto en la región más densamente poblada de España.
En La Razón tampoco dudan de que el ministro de Sanidad ha usado la pandemia para sus propios fines políticos:
La última prueba de que en esta gestión ha primado en exceso el efectismo político es que Salvador Illa, quien ha estado al frente de la pandemia abandone ahora el cargo para ser el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat. Cualquier estrategia de partido debería haberse aparcado en este momento para poner los intereses del país delante. Pero, como decíamos, ha primado más sus tirón mediático que la gestión de su mandato.
