Una de las precupaciones del núcleo que rodea a Gómez es el papel que juegue la Ejecutiva Federal en todo el proceso
Trinidad Jiménez sabe que el tiempo apremia y este lunes, 9 de agosto de 2010, se ha declarado «dispuesta» a asumir la candidatura socialista a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Eso, después de competir y -lo que es más complicado- imponerse al secretario general de esa federación, Tomás Gómez, en unas elecciones primarias entre los 20.000 del PSM, que se celebrarán el 3 de octubre.
Jiménez volvió a Madrid -ha estado de vacaciones- para ofrecer una rueda de prensa, tan solo 36 horas después de que Zapatero fracasara en su intento de que Gómez se retire de la carrera electoral.
Tanta premura no es baladí, porque no va a ser candidata sólo por el hecho de declarar su disposición y Gómez ya no tiene que hacer nada para estar en esas primarias.
Según la «Normativa reguladora de cargos públicos» del PSOE, Jiménez dispone de tres vías: que la proponga la Ejecutiva regional, impensable porque Gómez controla la mayoría; que el Comité Regional del PSM (560 miembros) se desdiga de su declaración de apoyo a la candidatura de Gómez en junio, con el respaldo del 95% de los miembros; o que la ministra consiga el aval del 15% de la militancia (unas 2.900 firmas).
Hasta el equipo de Gómez admite que Jiménez «no tendrá problema» para recabar esas firmas entre el uno y el 25 de septiembre, fecha en que deberá entregarlas a la Comisión de Garantías Electorales Regional, que las verificará. De hecho, los «críticos» con el líder del PSM sostienen que ya tiene un millar de firmas.
Pero las esperanzas de Zapatero y la Dirección Federal no se centran ahora en eso sino en torcer el brazo al político madrileño después de su rebelión el sábado por la noche en La Moncloa.
LA RUEDA DE PRENSA
En una improvisada rueda de prensa a la puerta de su Ministerio, Jiménez ha aclarado que la decisión de presentarse ha sido personal y muy meditada.
«Estoy segura que en Tomás Gómez no me va a ganar en ganas de ganar. Ahora son los militantes los que tienen la palabra y comienza el proceso».
Desde que la dirección federal del PSOE decidió dar el paso de pedir a Tomás Gómez, líder del PSM, que se retirara de la candidatura a la Comunidad de Madrid en favor de Trinidad Jiménez, el único y exclusivo argumento que ha utilizado es el de las encuestas.
No hay otro, aseguran: ni personal, ni político, ni de ningún otro orden.
En las encuestas que la dirección federal maneja desde hace meses y en distintas oleadas, la diferencia a favor de Jiménez en relación con Tomás Gómez es de gran magnitud.
En ellas, a la pregunta a los ciudadanos sobre si prefieren en la presidencia de la Comunidad de Madrid a la actual gobernante, Esperanza Aguirre, o a Trinidad Jiménez, esta última se queda a solo tres puntos de Aguirre.
Gómez se sitúa a más de 16 puntos, según las respuestas de los encuestados. Y entre el electorado socialista la ministra también es preferida respecto al actual secretario general madrileño en una proporción de tres a uno a favor de la que fuera candidata al Ayuntamiento de Madrid hace siete años.
EL FALAZ ARGUMENTO DE LAS ENCUESTAS
El argumento de las encuestas siempre ha sido puesto en entredicho por los partidarios de Tomás Gómez, y él mismo volvió a hacerlo en la reunión que mantuvo anteayer con el presidente Zapatero.
Una vez que ambos constataron el desacuerdo, el proceso de primarias ya está en marcha y la convulsión en el PSOE ha empezado.
Aunque hay voces de los dos lados que tratan de infundir naturalidad a la competición, la tensión será inevitable. De momento, el aparato lo tiene el secretario general del PSM, Tomás Gómez, como resaltan los seguidores de Trinidad Jiménez.
Para estos, el primer recelo parte de la utilización que pueda hacer Gómez de los resortes que como líder del PSM le corresponden. El mismo recelo que tiene el líder del PSM hacia el aparato federal.
«Ellos piden neutralidad a la ejecutiva federal, pero la neutralidad también la vamos a exigir al PSM», señalan partidarios de Jiménez.
En efecto, en la medianoche del sábado, tras el fracaso de la reunión entre Zapatero y Gómez, el PSM emitió un largo comunicado en el que señalaba lo siguiente:
«En el caso de que en su legítima aspiración cualquier compañero o compañera se plantee como aspirante a candidato, se celebrarían elecciones primarias, dando con ello la voz a nuestros militantes. Desde el PSM confiamos plenamente en que la Comisión Ejecutiva Federal actuará con absoluta neutralidad».
LEIRE PAJÍN SE PONE DE PERFIL
Mientras algunos miembros de la ejecutiva federal, como Elena Valenciano y Antonio Hernando, proclaman sin ambages que la ministra es mejor candidata, la secretaria de Organización, Leire Pajín, no se decanta por ningún candidato.
«Los militantes elegirán al mejor», señaló a RNE, sin mencionar el nombre.
LA FALTA DE NEUTRALIDAD DEL APARATO
Una de las precupaciones del núcleo que rodea a Gómez es el papel que juegue la Ejecutiva Federal en todo el proceso y así lo ponía de manifiesto en la nota que hizo pública la noche del sábado tras el encuentro de La Moncloa, al reclamar su «absoluta neutralidad» desde ahora y hasta el 3 de octubre.
Porque la normativa reguladora de las primarias deja en manos de Ferraz aspectos básicos como que solo podrán participar aquellos militantes del PSM que figuren dados de alta en el «censo federal de afiliados» a 17 de julio pasado, fecha de la última actualización en reunión del Comité Federal.
MAILING SI, ATAQUES NO
El proceso de primarias en el PSOE, que se inventó Joaquín Almunia en 1999 y luego fue normalizado por los congresos federales, permite a los contendientes enviar con cargo al presupuesto del partido «una» carta similar al «mailing» electoral de las campañas (artículo 42.1 de la normativa), pero prohíbe denigrar al contrario.
Un candidato «no podrá realizar campañas de imagen o publicidad pagada ni realizar manifestaciones que supongan menoscabo hacia las otras candidaturas, cargos públicos socialistas o responsables orgánicos», dice el artículo 42.2.
De hecho, lo primero que hizo Gómez el sábado por la noche en la reunión con Zapatero en la que, según fuentes próximas al líder del PSM, «no hubo ninguna tensión», fue proponer la integración de Jiménez en su candidatura, como fórmula para evitar primarias.
A sabiendas de que Zapatero no lo iba a aceptar, Gómez intentaba trasladar a la militancia el mensaje de que por él no iba a quedar en cuanto a un mensaje de «integración» para derrotar el PP en las autornómicas. Pero antes, y visto o visto, tendrá que derrotar a Jiménez.
LOS QUE PUEDEN VOTAR
20.000 … y ni uno más
Son aproximadamente los afiliados que tenía el PSM a 17 de julio pasado, fecha de la última actualización. Nadie que se haya afiliado con posterioridad podrá elegir el 3 de octubre.Reglas estrictas
Tomás Gómez y Trinidad Jiménez enviarán una carta a cada afiliado exponiendo sus razonesy no podrán pagar campañas publicitarias ni descalificar al contrario o a cargos socialistas
LAS PRIMARIAS
- – Los aspirantes a ser candidatos a la presidencia de la Comunidad pueden optar por una de las tres vías establecidas. Primera: lograr 22 de los 42 votos de la ejecutiva regional del PSM. Segunda: ser propuesto por la mayoría de los 549 miembros del Comité Regional del PSM. Tercera: ser propuesto por el 15% de los 19.000 militantes del PSM. El aspirante debe conseguir 2.600 avales.
- – Los aspirantes deben superar una de esas tres vías entre el 1 y el 22 de septiembre. Después empezará la campaña.
- – La votación de los candidatos será el 3 de octubre.
LAS FECHAS DE UNA CRISIS
- – 15 de julio. Tanteo de Chaves. El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, tantea a Tomás Gómez para que reconsidere su intención de ser candidato. El líder del PSM esgrime ya su intención de ir a unas primarias.
- – 30 de julio. «En todo caso, democracia». En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Zapatero elude hasta tres preguntas sobre la candidatura de Tomás Gómez. «En todo caso, democracia», corta el presidente, dando alas a los rumores de que prefiere a otro candidato, en concreto a Trinidad Jiménez.
- – 2 de agosto. Zapatero deja claras sus intenciones. El presidente aboga por elaborar una lista con los «mejores» y apuesta por Jaime Lissavetzky para la alcaldía de Madrid. Para la Comunidad, califica de «buena» la candidatura de Tomás Gómez, y de «buena, buenísima» la de Trinidad Jiménez.
- – 4 de agosto. Presión sobre Gómez. La dirección del PSOE trata de que Gómez se retire sin enfrentamiento, garantizándole que seguirá siendo secretario general del Partido Socialista de Madrid. Tomás Gómez mantiene su idea de ir a primarias y no dar un paso atrás.
- – 5 de agosto. Zapatero convoca. El presidente del Gobierno convoca a Tomás Gómez a La Moncloa para intentar persuadirle de que colabore en la elección de Trinidad Jiménez como candidata a la Comunidad.
- – 6 de agosto. Zapatero aplaza la reunión. Gómez tenía previsto comunicar a Zapatero su firme decisión de no retirarse ante Jiménez. El presidente aplaza la reunión.
- – 7 de agosto. Ruptura en La Moncloa. Se celebra en La Moncloa un encuentro secreto en el que Gómez rechaza la propuesta de Zapatero de retirarse. Zapatero, a su vez, rechaza que Gómez encabece la lista llevando a la ministra Trinidad Jiménez de número 2. El presidente y Gómez se retan en las primarias.