La líder de Unidas Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha tachado de «falta de respeto» a la ciudadanía las declaraciones del presidente de Mercadona, Juan Roig, sobre la subida del precio de los alimentos y cree que esas opiniones le «retratan».
En declaraciones a la prensa en los pasillos del Congreso, ha vuelto a arremeter contra el directivo de esta cadena de supermercados y reclama que el Gobierno actúe «cuanto antes», porque no se puede dejar la evolución de los precios de la cesta básica de la compra «en manos de quienes solo buscan blindar sus beneficios milmillonarios».
Roig abogó por «perseguir» una bajada de los costes con el fin de abaratar los precios de venta al público (PVP), además de reconocer que los precios de venta en los supermercados de la firma han subido «una burrada», como él nunca había visto, pero ha asegurado que la compañía se ha «dejado la piel» para repercutir menos costes a los consumidores. Según el empresario, si no se hubieran subido los precios, «el desastre de la cadena de producción hubiera sido impresionante».
Unas declaraciones que no gustaron nada a la lideresa de Unidas Podemos:
«Yo creo que es una falta de respeto a la gente de nuestros país. Cuando tú estas haciendo beneficios millonarios exactamente igual que en años anteriores, plantear de alguna manera que tú también lo estás pasando mal cuando hay gente que no puede llenar la nevera (…) porque los precios están desbocados, yo creo que sus palabras le retratan»
Su formación demando al PSOE que acceda a aplicar un tope a la cesta básica de la compra o, si lo prefiere, aplicar una bonificación de los productos básicos de alimentación del 14%, como ya pidió su formación.
La inflación no llega a Belarra
Sin embargo, más allá de la postura política de Ione Belarra, o mejor dicho electoralista, ya que a ella la inflación como tal no le afecta. La cafetería del ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 presenta una lista de precios que no son precisamente los que se encuentra cualquier ciudadano de a pie al entrar en un bar. Así, la ración de queso manchego, 5,30 euros; la de patatas bravas, 2,35 y la de jamón ibérico, 8,05. Casi nada.
Funcionarios, trabajadores y altos cargos de su ministerio, y también los de Consumo de Alberto Garzón que están juntos en el Paseo del Prado, disfrutan de estos precios especiales que ya quisiera cualquier ciudadano que tiene que bregar con los altos precios que generan la inflación desbocada. Eso sí, Belarra puede criticar a gusto mientras se calza un cuarto de tortilla de patatas por 1’75 euros.
