La conexión entre naturaleza y perfumería ha sido una constante en la obra de Issey Miyake, quien a lo largo de tres décadas ha redefinido los límites de las fragancias masculinas. Desde su icónica creación en 1994, L’Eau d’Issey pour Homme, Miyake ha mantenido un diálogo constante con los elementos naturales, marcó un antes y un después al evocar la transparencia y fluidez del agua. Treinta años después, esa conversación continúa con Le Sel d’Issey, un tributo al poder transformador de la sal y su capacidad para conectar lo sensorial con lo elemental.
La sal: un elemento invisible convertido en perfume
Mientras el agua, fuente inagotable de inspiración para Miyake, dominaba en sus creaciones anteriores, esta vez el foco se desplaza hacia la sal, casi intangible en términos de aroma, pero crucial en la naturaleza y la vida. Bajo la dirección creativa de Bisch, la sal no es solo un componente de la fragancia; es un símbolo. Representa el recuerdo de la ola en la tierra, la interacción constante entre mar y continente. Y aunque no existe un extracto de sal en perfumería, Bisch logra lo que parece un acto de alquimia: darle olor, movimiento y vitalidad.
Le Sel d’Issey no busca imitar directamente la sal marina, sino capturar su esencia. Su estructura se articula entre dos grandes polos: el mar y la tierra. En el primero, encontramos notas de extracto de alga laminaria y musgo de roble, ingredientes de origen natural que evocan el frescor del océano y su energía infinita. Estas notas acuáticas se elevan con un acorde salado que, en combinación con el jengibre, añade una chispa de vida, una vibración que acompaña la evolución del perfume sobre la piel.
Por el lado terrestre, Le Sel d’Issey incorpora vetiver natural y madera de cedro reciclada, notas que aportan cuerpo y profundidad. El vetiver, cultivado en arena, encarna la dualidad entre lo mineral y lo vegetal, mientras que el cedro reciclado refuerza el compromiso de la marca con la sostenibilidad. Juntas, estas notas crean una fragancia que, lejos de ser estática, se mueve constantemente entre el mar y la tierra, como un ciclo natural que nunca se detiene.
El diseño del frasco: una oda al movimiento
El diseño del frasco de Le Sel d’Issey, creado por Tokujin Yoshioka, artista japonés y colaborador de Miyake desde hace más de dos décadas, es una extensión visual de la filosofía de la fragancia. Inspirado en los fenómenos naturales, Yoshioka ha plasmado su visión de la naturaleza a través de líneas puras y minimalistas que evocan el movimiento constante de los elementos. Con una fluidez casi imperceptible, las líneas masculinas del frasco parecen desvanecerse hacia su base, como si el vidrio estuviera en constante transformación.
El tapón cromado refleja la luz, creando un efecto visual que transmite energía y vitalidad, mientras que el uso de vidrio reciclado en su fabricación refuerzan el compromiso de la marca con la sostenibilidad y el minimalismo..
Un perfume comprometido con la sostenibilidad
El compromiso con la sostenibilidad no se limita al diseño del frasco. Disponible en formatos recargables, es el primero de la gama masculina de la marca en ofrecer esta funcionalidad. Le Sel d’Issey está formulado con un 95% de ingredientes de origen natural, destacando el uso de madera de cedro reciclada y alcohol 100% natural obtenido de la remolacha francesa. Este enfoque reduce el impacto medioambiental sin sacrificar la calidad ni la pureza de la fragancia. El estuche exterior, fabricado con un 10% de algas marinas recicladas, completa este ciclo de respeto por el entorno natural, evocando al tacto la textura rugosa de los cristales de sal.
Este enfoque consciente no solo es una declaración sobre el lujo moderno, sino también una apuesta por el futuro, donde el diseño y la responsabilidad ambiental van de la mano.
La campaña: cuando la naturaleza y la tecnología se encuentran
Dirigida por el artista británico Marcus Tomlinson, la campaña publicitaria de Le Sel d’Issey añade una dimensión innovadora a la fragancia al combinar tecnología y naturaleza de manera simbólica. Tomlinson utiliza la técnica de la cimática, una técnica que hace visibles las ondas sonoras, para transmitir el poder sensorial de la sal. En un delicado equilibrio entre la realidad y lo digital, las imágenes muestran cómo un cristal de sal estalla en partículas, formando patrones sorprendentes que evocan la energía latente en cada molécula de la naturaleza.
La campaña, una fusión de imágenes en directo y animación generada por ordenador, es una obra de arte en sí misma. La música, compuesta por Erwan Castex (conocido como Rone), añade una atmósfera hipnótica que complementa la narrativa visual. Castex, ganador de un César por la mejor banda sonora en 2021, aporta una profundidad emocional que eleva la experiencia sensorial del perfume, creando una sinergia perfecta entre sonido, imagen y fragancia.
Un nuevo paradigma de la fragancia masculina
Le Sel d’Issey redefine el concepto de masculinidad en perfumería. No se trata de una fragancia convencional, sino de una experiencia multisensorial que explora la relación del hombre contemporáneo con la naturaleza. La sal, elemento esencial en la vida y prácticamente intangible en la perfumería, se convierte en el símbolo de una nueva era de fragancias que celebran lo esencial, lo natural y lo auténtico.
Esta fragancia es un homenaje a la interdependencia de los elementos, al equilibrio entre el dinamismo del mar y la solidez de la tierra. A través de una composición única y un diseño visionario, Issey Miyake y Quentin Bisch han logrado capturar la esencia de la vida misma, creando un perfume que es, en esencia, un tributo al poder vital de la naturaleza y la conexión sensorial que nos une a ella. Le Sel d’Issey no solo es una nueva fragancia; es una declaración de lo que significa vivir intensamente, con conciencia y autenticidad.
Issey Miyake Le Sel d’Issey EDT 50ml – 81€
Issey Miyake Le Sel d’Issey EDT 100ml – 112€
Issey Miyake Le Sel d’Issey Refill 150ml – 132€