El programa de Boris, Siñeriz y Ortega amenizó ¿Qué más se le puede pedir a un magazín? Hasta ahora la cosa había estado muy dura. No me refiero a una variada competencia, sino a la sumisión desleal e inmoral que suponía tener que decantarse por seguir una telenovela o por ver ‘A tu lado’. El magazín ‘Channel 4’ podría pasar por cualquier programa de late night y sin problemas.
La ambientación, la luz, los efectos sonoros, el montaje, y en suma toda la realización del programa es excelente. Lo esencial de un magazín son sus contenidos y Channel 4 no decepcionó. En su estreno acudió Shakira ¿Es Shakira el tipo de artista con el caché adecuado para ir a un programa de tarde? Aunque la pregunta hace unos cuatro años resultaría irrisoria, de un tiempo a esta parte se ha convertido en más que necesaria. Hasta ahora, la programación se llenaba de triunfitos (por cierto, ¿qué ha sido de ellos? ), grandes hermanos y la resaca vomitiva de los ‘Salas rosas’ de todas las cadenas. Ahora, nace un nuevo estilo que mezcla información, entrevistas y humor.
Juan Carlos Ortega es el especialista en alimentar de manera dulce, irónica y cristalina al espectador que necesita risa para hacer la digestión. Divertir no es fácil de lograr. ‘A tu lado’ no lo hacía. El programa de Telecinco tenía a la audiencia sometida y obligada a seguirlo. ¿ Cuántas veces hemos escuchado eso de «yo no lo veo», o «si pusieran otra cosa…» o «¿qué vamos a ver, si es lo único que hay?». Cuando uno escucha la palabra único es que algo está fallando, y no sólo en Telecinco, si no en el concepto general que se tiene sobre el magazín de tarde. Channel 4 no es corazón, Channel 4 es entretenimiento ¿Qué más se le puede pedir a la televisión?
Rossy de Palma y Lucía Bosé, cada una con su estilo característico, hablan de la actualidad en una mesa de diálogo. ¿Diálogo?, ¿lo que funcionaba en audiencia no eran sólo las mesas de debate? En la tarde de Telecinco, el llamado “saloncito” de Emma García se estaba convirtiendo en un campo de batalla. Creo recordar que el los primeros programas había cojines y vasos de agua. Enseguida se acabó el violento material que a más de un «contertulio» le hizo perder un ojo. Los cojines volaban de un lado para otro y los vasos se rociaban en el peno de cualquier «invitada pagada» para la ocasión. La charla de Channel 4, pone fecha de caducidad a la violencia verbal del programa de agresión por excelencia.
La nueva Cuatro se anota otro tanto en sus primeras 24 horas.
