Si lo que hizo lo llega a hacer un hombre, la colaboradora ya estaría fuera

Doble moral en Mediaset: ¿Por qué no despiden a Anabel Pantoja tras mostrar su agresividad en directo?

Amenazó a Rafa Mora con “reventarle la cabeza”

Doble moral en Mediaset: ¿Por qué no despiden a Anabel Pantoja tras mostrar su agresividad en directo?

El dilema está sobre la mesa: ¿Tiene las mismas consecuencias lo que hace un hombre que lo que hace una mujer? Lo que ha pasado con Anabel Pantoja en ‘Sálvame’ nos hace pensar que no.

Ahora resulta que Mediaset en general y ‘Sálvame’ en concreto, son feministas. Desde que emiten ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, la docuserie sobre Rocío Carrasco en la que la hija de Rocío Jurado denuncia malos tratos por parte de su exmarido, Antonio David Flores perece que la cadena de Fuencarral es un icono de la lucha contra el machismo. Bien. Nada que objetar.

Gracias a la docuserie se han olvidado de años de acoso a la mujer en esos programas, de exigencia física y moral ante todas las que trabajan en ‘Sálvame’, por ejemplo. Además, para ‘compensar’, han despedido a Antonio David Flores sin que todavía un juez haya dictaminado que es un maltratador.

Lo que habría que hacer es, en todo, caso, censurar cualquier tipo de violencia en televisión, por lo que Anabel Pantoja ya debería estar fuera de Mediaset.

Anabel, la violenta

El 7 de mayo de 2021 ocurrió algo espeluznante en ‘Sálvame’. Recordemos que Anabel Pantoja llevaba días algo mustia porque su primo, Kiko Rivera, renegó de ella en directo, asegurando que no le interesa tener en su vida a alguien que “no le aporta nada”.

Todo comenzó cuando Anabel Pantoja acusó a Rafa Mora de contar en televisión cosas que su primo Kiko Rivera le cuenta en privado. El tertuliano negó las palabras de su compañera, que volvió a la carga afirmando que va dando información sobre su amigo «por detrás».

Di solo una cosa que yo haya contado de Kiko Rivera. Si eso es verdad, cojo los bártulos y me voy a mi puta casa.

Mira el órdago que te he lanzado. En la vida he dicho nada de mi amigo. Si es verdad, abandono mi puesto de trabajo y vuelvo a ser policía portuario.

Pantoja, a gritos, dijo:

¡No te echan ni con agua caliente, cariño! «Has dado datos sobre dónde habéis estado, sobre como él se encuentra, has dado datos que él no te ha autorizado

Mora retó a su compañera:

 Que salga Conchita, el polígrafo, copérnica, todo junto. Si palmo, doy 100.000 euros ahora mismo a la ONG que me digáis.

100.000 euros y mi trabajo. Que yo los tengo, que yo no soy como tú. Si los tuvieras, le pagarías el ascensor a tu padre. Págale el ascensor, que lo tienes a la pata coja.

Y entonces sucedió. Anabel, enloquecida, gritó:

¡Yo me cago en tu puñetera madre! Última vez que nombras a mi padre, desgraciado, que eres un desgraciado. Envidioso, asqueroso, desgraciado. Que yo a tus padres no los menciono, ¿te estás enterando? Última vez que llamas a mi padre cojo, que te cojo la cabeza y te la reviento! ¡Payaso! Que no tengan tus padres una desgracia como ha tenido el mío.

La actitud de Anabel es censurable. La violencia es violencia, venga de donde venga. También es cierto que, por esa regla de tres, Rafa Mora debería estar fuera de la televisión desde hace mucho, muchísimo tiempo. Tiene antecedentes de toda clase.

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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