‘Todo es Mentira’ intentó lanzar un salvavidas a José Luis Ábalos y Pedro Sánchez pero, como sus chistes, no tuvieron éxito.
El programa de Risto Mejide convirtió la polémica reunión entre el ministro de Transportes y la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, en un culebrón al mejor estilo mexicano.
Lejos de analizar las mentiras que ha venido recitando día a día Ábalos (como afirmaban que era el objetivo del programa de televisión), simplemente optaron por apostar por el humor fácil y afirmar que: “ellos se enrollaron”.
Antonio Castelo afirmó que “la versión de un amigo que trabaja ahí, dice que escucharon chanclas [empezando a aplaudir y simulando el sonido de una relación sexual]”, a lo que inmediatamente se incorporó Miguel Lago con un “no lo quiso admitir por su señora”. Lejos de dejar el desafortunado comentario, Castelo bajó un peldaño más en el fango para el redundante “también podían estar aplaudiendo muy despacito”.
Tras poner sobre la mesa la noticia de ABC donde se desvela que Delcy mantuvo una llamada por el móvil de Ábalos con Pedro Sánchez, Castello volvió a retomar la presunta infidelidad con un “no le digas a mi mujer”, haciendo referencia a las primeras palabras que le comentaría Ábalos al presidente español. Lo que remató con un desagradable “eso sí, Ábalos siempre con protección”.
“Y tuvo que volver al aeropuerto [José Luis Ábalos] porque se había dejado el cinturón” terminó de agregar Lagos tras la difusión de los totales donde se podía ver cómo Pedro Sánchez desacreditaba al ABC por la publicación de su noticia, la que tildó de una rotunda mentira.
Con un humor barriobajero y machista, ‘Todo es Mentira’ lanza una bomba de humo en lugar de analizar por qué un ministro español miente directamente a los españoles y a los medios de comunicación, pasando de una versión donde afirmó que no había acudido al aeropuerto hasta pasar por la recepción de un amigo personal y a una reunión de 25 minutos con la número dos del chavismo.
Quizá es que a los pseudos comediantes de Cuatro sólo les interesan las ‘fake news’ que afectan a la derecha, pero son dóciles y muy complacientes con el gobierno del PSOE y Podemos, a pesar de que se vean a oscuras con violadoras de los Derechos Humanos.