Por José María Arévalo

 ( Atapuerca. Excavaciones en la Sima del Elefante)

La campaña de excavaciones de Atapuerca, que comenzó la tercera semana de junio, ha reunido cerca de 200 personas que han trabajado en nueve yacimientos: Gran Dolina, Cueva Fantasma, Galería, Sima del Elefante, El Portalón de la Cueva Mayor, la Sima de los Huesos, Galería de las Estatuas, Cueva del Mirador y en el nuevo yacimiento todavía denominado ‘La Paredeja’. Durante el mes de junio han trabajado alrededor de 80 personas y durante el mes de julio se unió al equipo el resto de investigadores.

Como todos los veranos, la campaña de excavaciones en Atapuerca que ahora ha concluido, protagoniza las informaciones en la prensa. Este año recogen una muy buena noticia: que los codirectores de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, afirmaron durante la presentación de la campaña que actualmente y durante los próximos cuatro o cinco años viene un “cambio de ciclo” y que será otra vez una “época dorada” para Atapuerca puesto que llegarán a “niveles fértiles”. En este sentido, Carbonell señaló que en este cambio de ciclo habrá una “abundante cosecha de fósiles” tanto en la Sima del Elefante como en la Trinchera del Ferrocarril, puesto que “ya saben donde están”, solo les falta “llegar a ellos”.

El ministro de Cultura y Deportes, José Guirao, destacó en la presentación de la campaña de este año en Burgos que Atapuerca es el “mejor ejemplo” en los ámbitos de “investigación, difusión y conservación del patrimonio cultural en España”, por lo que se debe “defender, apoyar y resaltar” sus valores. Asimismo, destacó la labor del proyecto arqueológico para sumar a instituciones públicas y privadas, y aseguró que España necesita promocionar y promover más la “implicación de las empresas y entidades privadas sin ánimo de lucro”. Indicó que el trabajo desarrollado en los yacimientos a lo largo de las últimas décadas ha sido “ejemplar”, y afirmó que continuarán desarrollando esa “línea de ejemplaridad y avance en el conocimiento de nuestros orígenes”.

Durante esta campaña se entregaron los Premios Evolución que otorga cada dos años la Fundación Atapuerca. En esta VI Edición, se ha conferido el Premio a la labor científica a Germán Delibes de Castro, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, y el Premio a los valores humanos a Ángel Ramos Serna, que fue director de la Obra Social y Cultural de Caja de Burgos durante veinte años, e impulsó de forma decisiva la actuación de la entidad en este ámbito, uniéndose a los codirectores de los yacimientos y a Diario de Burgos para la creación de la Fundación Atapuerca.

Se cumplen ahora veintidos años de la presentación del Homo antecesor, propuesta que no estuvo exenta de críticas y desaires por parte de la comunidad científica europea. Ahora los científicos pueden ya decir muchas más cosas sobre él y ya nadie cuestiona su importancia. El número de mayo de la revista Sciencie de 1997 contenía la diagnosis que el equipo liderado por José María Bermúdez de Castro había realizado durante más de dos años para presentar a una nueva especie: el Homo antecessor. El «hombre explotador» se presentaba a la comunidad internacional como el último ancestro común de los neandertales (Homo neanderthalensis) y de los humanos modernos (Homo sapiens). El ‘paper’ alteró a más de uno. Era la primera vez en más de 30 años que un grupo científico proponía una nueva especie, y la primera vez que se hacía desde España.

Tal fue la repercusión del hallazgo que el estrato pasó a llamarse ‘Estrato Aurora’. Era la primera vez que había una especie propia en España, una especie a la que hoy se sitúa en un margen de antigüedad de entre 850.000 y 900.000 años». Se pudo confirmar así la presencia de homínidos en Europa más allá del límite de los 500.000 años, como se venía pensando hasta la fecha, en virtud de los descubrimientos de la tibia de Boxgrove en Inglaterra y la mandíbula de Mauer en Alemania.

«Su presencia en el extremo más occidental de Europa resulta un tremendo handicap para sostener que esta especie dio lugar de manera directa a Homo sapiens. Así lo reconocemos también nosotros», han indicado los científicos descubridores, que con prudencia proponen «que los humanos de Gran Dolina fueron algo así como los tíos carnales del ancestro común, que para muchos se identifica con la especie Homo heidelbergensis».

¿Dónde situar al Homo antecessor? Dada su antigüedad, Martiñón y Bermúdez de Castro creen que solo hay dos alternativas: los humanos de Gran Dolina representan a la hija mayor de esos padres todavía no nombrados, o son los propios padres, que tuvieron una distribución muy amplia por buena parte del oeste de Eurasia.

José María Bermúdez de Castro, codirector de los yacimientos de la sierra de Atapuerca y vicepresidente de la Fundación Atapuerca, acaba de publicar un libro de fotografías y apuntes personales fruto de sus 35 años en el Proyecto Atapuerca. El libro, “Atapuerca, persiguiendo un sueño”, cuenta desde un punto de vista personal cómo fueron los inicios de este gran proyecto de investigación, tanto por su parte social como científica. La obra se compone de un total de 114 imágenes, acompañadas de textos breves que describen algunos de los momentos vividos por el codirector en las excavaciones.

Se presentó al público el pasado 28 de junio en el Museo de la Evolución Humana de Burgos. La publicación ha sido editada por el Museo de la Evolución Humana, la Fundación Siglo y la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León.