Para que lo trabajara y custodiase. 34. Achicorias. Y 5

Por Carlos de Bustamante

( Regreso. Acuarela de Jesús Meneses del Barco en jesusmenesesdelbarco. 

blogspot.com) (*)

Modernizar y humanizar… decíamos ayer. Cuando allá por el otoño recién nacido daba los primeros vagidos, el espléndido `campazo´ de achicorias (recuerden 42 Has) había madurado. Y con la maduración el primer problema para el amo al que la ambición le hizo tomar la decisión de enriquecerse con una siembra mayor de la que podía abarcar a `l´áhura´ de recoger el producto. Agradecidas en extremo, el cosechón se presentaba `de primera en primera´. `Extrordinario´.

Pregón en el pueblo -Traspinedo- y, como un ejército armado, el personal hizo su entrada en Peñalba. Las mujeres con hocinos para `escular´ de hojas y corona de las imponentes achicorias grandes `como cántaros´. `Sus hombres´ con picos -garfios-, para arrancar de la cuna a las `criaturas´ que dormitaban en la tierra que las parió el sueño de los justos.

Extraídas y `esculadas como p`áutra galera´, el ejército de hombres cambió la pica (los picos) de alabarderos por el tridente (las `garias´) de gladiadores. Un volquete nuevo cargado hasta `los topes´, partió raudo, con un nuevo tractor hacia el secadero de Traspinedo. La cola de carros era allí larga, larga…

Descargado el volquete cuando le tocó el turno, surgió lo inimaginable: a tope el secadero de mercancía por la `cabida temerosa´ de la galera, ordenó el jefe del secadero, volver los carros al día siguiente hasta ´desahugar´ el montón procedente de Peñalba. Poco `rundideros´ los hornos de la pequeña industria, por el aprecio del personal a los amos de la Dehesa, las protestas fueron susurros silenciosos. Por un día de espera, cargados los carros en el corral, no creían que se les `marrotasen´ las achicorias. `Diquiá´ el siguiente día, tanto se les daba estar en la cola de la báscula como jugándose al mus el `completo´ (café, copa y la faria) en `cá Taca´ (el bar del pueblo).

Mientras tanto, en Peñalba (la Dehesa) el ritmo de la cuadrilla seguía imparable. ¡A ver…!, no va a estar el personal en el cuarto de los obreros, matando moscas de las que allí hay `mu bien d´ellas´.


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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