Las Batuecas-Sierra de Francia. 1. Parque Natural

Por Carlos de Bustamante

( Anciana de la Alberca, Salamanca. Acuarela de Isabel Simón Rueda en Hispacuarela de Facebook ) (*)

Como creo haber comentado a mis amigos y probables únicos lectores de cuantos artículos llevo escritos y publicados en este blog – probablemente no menos de mil quinientos- por los años, que no pasan en balde y algunos acontecimientos, más nacionales que familiares, consideramos mi mujer-que lo es desde hace sesenta y tres años- y yo, tomarnos una quincena de vacaciones con el objetivo de aliviar tensiones en un lugar propicio para el relajamiento. Y ¡voto a bríos que dimos con él de forma plenamente satisfactoria: ¡Parque Natural Las Batuecas-Sierra de Francia!

Informados previamente por el prodigio de internet, se nos ofrecían tres núcleos urbanos en este parque y sierra, donde buscar alojamiento: la Alberca, Miranda de Castañar y San Martín del Castañar. La inspección ocular de una de nuestras hijas, nos aconsejó el primero de los citados. Y a poca distancia del pueblo un complejo hotelero de singular atractivo con el mejor de los alicientes de sosiego, paz y silencio: la Abadía de los Templarios. Lugar ideal para niños, jóvenes y…ancianos.

Situado el parque al sur de la provincia de Salamanca y con una extensión de 30.183 ha pertenecientes a 14 municipios, el Parque Natural forma parte de las estribaciones occidentales de la Cordillera Central. Sus cotas más altas se sitúan en el Pico Hastiala (1.735 m) y en la cresta de la Peña de Francia, que con sus 1.723 m domina el conjunto de la comarca, encontrando la menor altitud en el término municipal de Sotoserrano, a orillas del río Alagón, sobre los 400 metros.

El Parque se establece en la divisoria de dos cuencas hidrográficas: los ríos Alagón, Francia y Batuecas vierten al Tajo, mientras que el Agadón pertenece al Duero. Aunque está situado en la región mediterránea, la diferencia de altitudes existentes y la orientación de las laderas determinan la existencia de zonas con clara influencia atlántica; y otras mucho más cálidas de tendencia mediterránea, que en conjunto favorecen una gran diversidad tanto en la vegetación como en la fauna. Vegetación que permite la producción de cerezas, uvas, aceitunas o castañas. Pero este singular entorno encierra, además, una gran riqueza cultural y un importante patrimonio histórico-artístico, con tres núcleos declarados «Conjunto Histórico – Artístico», enclaves con pinturas rupestres, restos de minas romanas o ermitas y monasterios repartidos por todo su territorio. Enclaves que, ocasión habrá para que mis amigos los conozcan -si es que no los han visitado- con más detalle en artículos sucesivos.

VEGETACIÓN

En las cumbres más altas del Parque Natural la vegetación ha tenido que adaptarse a la crudeza del clima, dominando el piorno y el erizón. A menor altitud aparecen los bosques de rebollo -en cuyo sotobosque crecen acebos, serbales y arce menor- y los castaños. En las zonas de robledal más frías, húmedas y orientadas al noroeste, hay también algunos abedulares. Es reseñable la presencia en el territorio de algunos robles de condiciones climáticas más húmedas, como el carballo (Quercus robur) o la famosa «Haya de Herguijuela de la Sierra»: atravesando un pequeño bosque con castaños, alisos, helechos y una gran variedad de árboles, arbustos y plantas se llega al haya de Herguijuela, el cual es el árbol más famoso de la provincia de Salamanca, entre otras cosas por su peculiar localización ya que es considerada el haya más meridional de toda Europa. Es el único ejemplar que sobrevive de forma natural en toda la provincia de Salamanca. Este árbol de buen porte y altura de 33 m., presenta un microclima a su alrededor que ha permitido su desarrollo óptimo asentado junto a un arroyo y rodeado de un bosquete de alisos que permiten mantener tanto la humedad ambiental como la edáfica, imprescindible para la conservación de la especie. Dicen que a principios del siglo XX existían varios ejemplares de haya por la sierra; pero lo cierto es que, actualmente, sólo queda ésta. Al sur y descendiendo en altitud, empiezan a aparecer especies típicamente mediterráneas que dan paso a una de las formaciones más emblemáticas de este Espacio: el encinar.

Entre encinas retorcidas y centenarias hay notables ejemplares de alcornoques, tejos, madroños, durillos, lentiscos, enebros y algún almez. Dentro del Parque destacan el carnívoro atrapamoscas o los «brezales de carroncha». Además, aparecen grandes áreas cultivadas de árboles frutales, viñedos y olivares, entre los que destacan por su extensión los cultivos de cerezo, base económica de muchos pueblos de la Sierra. Como especie exclusiva del Parque Natural cabe destacar por la singular belleza de sus flores la Armeria salmantica; planta que forma pequeñas matas con flores de color rosa intenso de gran belleza, que crecen y visten únicamente el entorno de la Peña de Francia.

FAUNA

Un total de 213 especies de vertebrados están catalogadas en el Parque, de las que 9 corresponden al grupo de los peces, 13 al de anfibios, 19 al de reptiles, 126 al de aves y 46 al de los mamíferos.

En cuanto a las aves es habitual ver volar a los buitres, tanto leonados como negros. También era – ¡ay! – frecuente el águila real, en peligro de extinción; proliferan, sin embargo, el halcón peregrino, el alimoche y búho real. Especial mención merece la esquiva cigüeña negra, catalogada en peligro de extinción dado el delicado estado de sus poblaciones en nuestro país. Esta especie suele elegir lugares apartados del hombre para instalar su nido. Es muy asustadiza, por lo que a la menor señal de perturbación huye, abandonando incluso a sus pollos. Hasta épocas recientes también nidificaban aquí el águila imperial; subsisten números ejemplares del águila perdicera: los actuales trabajos de mejora de la caza menor que se llevan a cabo en el territorio del Parque pretenden, entre otros objetivos, favorecer el retorno de las especies que existieron antaño.

Esta región es muy propicia para los anfibios. En los numerosos arroyos y charcas se pueden encontrar tritón ibérico, sapo partero ibérico, rana patilarga y sapillo pintojo, entre otros. Respecto a los reptiles cabe destacar la lagartija de la Peña de Francia, endemismo descrito recientemente exclusivo de estas sierras. Entre las 46 especies de mamíferos hay que reseñar la cabra montesa, reintroducida con gran éxito en la década de los 70, que habitó desde antiguo las cumbres pedregosas de estas sierras. También hay tejón, gato montés, meloncillo, garduña, desmán ibérico y nutria. Corzos, venados, ciervos, lobos y jabalíes son otras de las especies habituales.

GEOMORFOLOGÍA

Entre los parajes más singulares se puede citar el valle de Las Batuecas, de cuya belleza y misterio da testimonio la abundante literatura existente siendo muy conocida la expresión «estar en Las Batuecas», a raíz de las «Cartas escritas desde Las Batuecas por el Pobrecito Labrador» dMariano José de Larra. Otro punto emblemático del Parque es la Peña de Francia, desde donde puede contemplarse el Pico Hastiala, el Pico Mingorro, la Mesa del Francés, los Cabriles, el Campo Charro, la sucesión montañosa de Las Hurdes, las Sierras de Béjar y Gredos. Otros puntos destacables son el valle de Belén en Herguijuela de la Sierra y los meandros del Alagón en Sotoserrano.

El espacio protegido se ubica en la comarca de la Sierra de Francia, separada de la Sierra de Béjar por la gran fosa del río Alagón que, con una anchura de 20 km, es el único gran portillo del Sistema Central aprovechado por el citado río para capturar aguas de la cuenca del Duero y llevarlas al Tajo.

Climatológicamente, toda el área presenta unas precipitaciones anuales bastante altas, por encima de los 1.000 litros, oscilando entre los 920 de Miranda del Castañar y los 1.800 en las proximidades de La Alberca. Dentro del parque, existen contrastes climáticos importantes. En el entorno de La Alberca, se registran las temperaturas más bajas, con una media anual de 11ºC y con temperaturas mínimas absolutas inferiores a 0ºC durante cinco meses al año. EL sector sureste, que engloba la zona de Sotoserrano y Herguijuela de la Sierra, posee las temperaturas más cálidas, con una media anual superior a los 14,4ºC. Los materiales que se encuentran en los diferentes sustratos del Parque son de origen paleozoico, dominando los metamórficos como pizarras y cuarcitas en el centro y oeste del espacio, y los graníticos en la parte oriental, dispuestos sobre un zócalo granítico muy rígido y cristalino con una estructura interna en bloques originados por un sistema de fallas. Se produce así un relieve de enormes lomas de cimas suaves y laderas muy activas, localizadas en los escarpes de las fallas, y de valles en artesa muy profundos correspondientes a los bloques hundidos. Todo ello explica la presencia de grandes canchales rocosos en las partes altas.

PAISAJE

Espacio de un gran valor paisajístico, donde contrasta la superficie de la llanura que posee una altitud bastante uniforme (750-800 m.) con los profundos cañones labrados por la red fluvial que pueden representar un desnivel respecto a la penillanura de 200 m. A este contraste altitudinal se une el vegetal, si la penillanura en muchas zonas aparece desprovista de vegetación, en el «arribe», gracias a sus peculiares características topográficas y climáticas, unido a la acción del hombre que ha abancalado las laderas, es posible ver cultivos mediterráneos impropios de esta latitud.
No sabéis, mis amigos, cuánto me hubiera gustado narrarles tanta belleza por la comprobación “in situ” de ella. Razones de edad y de imposibilidad física no me lo han permitido. Recojo datos de allí y de allá. Comentarios con lugareños, charlas con ganaderos y cazadores. Información escrita por Javier Sainz Sainz, que, en bellísimo libro sobre la Sierra de Francia, que los derechos de autor no me permiten reproducir, han sido los que, forzosamente me permitieron esta información general sobre el terreno que, limitado a lo que abarca la vista, he tenido que resignarme a no patear.
No obstante, por estas informaciones de segunda mano, espero hacerles llegar el portento de una de las zonas más bellas de España. En próximos artículos, espero, D.m., pormenorizar diversas peculiaridades que, aún a distancia algunas, han hecho posible la finalidad de nuestra estancia de silencio y sosiego en nuestra España, que no deja de sorprendernos en múltiples parajes a cuál más bellos.

(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
http://live.staticflickr.com/65535/48256537191_fbdcba62a2_b.jpg

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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